SEMBLANZA
Considerado uno de los padres de la ciencia ficción moderna en la literatura, Julio Verne, quien falleció el 24 de marzo de 1905, llegó a predecir en sus relatos «Viaje al centro de la tierra» y «La vuelta al mundo en 80 días» la aparición de inventos tecnológicos como los submarinos.
Originario de Nantes, Francia, Jules Gabriel Verne nació el 8 de febrero de 1828; se formó en el instituto Saint Stanislas donde se destacó por sus habilidades en las materias de geografía, griego, latín, memoria y música vocal.
De 1844 a 1846 estudió en el Liceo Real de Nantes para cursar el bachillerato, y un año después comenzó sus estudios en derecho, pero ya instalado en Paris. En aquella época, Verne ya manifestaba su tendencia e inquietud por el campo de la literatura, reseñan sus biógrafos en el portal de Internet de la Sociedad Hispánica Julies Verne.
Al graduarse como abogado, y contrario a lo que su progenitor pretendió para él, hacerse cargo del bufete jurídico familiar en Nantes, Verne decidió hacerse un profesional de las letras, por lo que le fue suspendida la ayuda económica que le proporcionaban.
Apenas conseguía dinero para comer y aún así compró un piano para preparar sus operetas. Verne se levantaba a las cinco de la mañana para trabajar durante cinco horas y posteriormente iba a la Biblioteca Nacional a estudiar química, botánica, geología, mineralogía, geografía, oceanografía, astronomía, matemáticas, física, mecánica y balística.
Su formación matemática también la obtuvo de su primo Henry Garcet y en el Círculo de Prensa Científica conoció las labores de los exploradores, viajeros, periodistas y científicos. Tiempo después conoció a Alejandro Dumas en un círculo privilegiado de literatura.
La literatura se fue convirtiendo en uno de sus vicios y le trajo problemas de salud y económicos, pues todo su dinero lo gastó en libros y su padre jamás mostró disposición en ayudarlo.
Sus inicios como novelista fueron desafortunados, en 1850 escribió «Las pajas rotas», con modesta aceptación del público parisino, al siguiente año intentó con la publicación de la revista ilustrada «El museo de las familias» del que se desprendieron dos relatos, «Martín Paz» y «Los primeros navíos mexicanos», inspirados en las narraciones del explorador alemán Alexander von Humboldt.
Desde sus primeras obras, el novelista imprimió sus intereses, entre ellos los viajes por Europa, África y América del Norte, mismos que denotaron su imaginación.
La exploración del mundo fue un atractivo primario en sus obras, donde también quedó evidenciada su visión de un entorno futurista, con lo que se ganó el título de «Padre de la ciencia ficción».
La publicación de su obra «Cinco semanas en globo», en 1863, logró un efecto de goce en el público, y fue gracias a esta obra que conoció a Jules Hetzel, quien se convirtió en su editor. Con él firmó un contrato por 20 años, que indicaba que produciría tres novelas por año.
Producto de su amplio bagaje científico, su ingenio y habilidad creó importantes obras de ciencia ficción, entre ellas, «Viajes extraordinarios» (1863), «Viaje al centro de la tierra» (1864), «De la tierra a la luna» (1865), «El desierto de hielo» (1866), «Los hijos del capitán Grant» (1867) y «Veinte mil leguas de viaje submarino» (1870).
Su primera obra de ficción científica, como él le llamó, fue «París en el siglo XX» (1863), novela que narra la historia de un joven que vive en un mundo tecnológico, pero que no puede alcanzar la felicidad.
Su editor consideró que dicho trabajo acabaría con la carrera de Verne, por la vida fatalista del protagonista, por lo cual sugirió que fuera guardada bajo llave y la presentara años después, ésta fue descubierta por su bisnieto y publicada en 1994.
El autor adelantado a su época murió el 24 de marzo de 1905 en Amiens, una ciudad del norte de Francia. Fue enterrado en el cementerio de La Madeleine y en su tumba se representa emergiendo del sepulcro.
México, 23 Mar. (Notimex)