La alimentación intuitiva en esencia es relativamente simple. No es una dieta, en lo que consta es darte cuenta cómo te sientes al comer.
Comes lo que sientes que necesita tu cuerpo en el momento adecuado en lugar de estar calculando qué y cuánto puedes comer y qué te hará romper la dieta. La idea es sentir tu hambre y alimentarte como corresponda a lo largo del día.
Confías en ti misma y puedes comer lo que te gusta sin terminar exagerando.
Olvida esa culpa que sientes cuando comes demasiado y esas promesas que te haces constantemente de hacer más ejercicio para quemar esas calorías extras. Cuando entiendes que la alimentación intuitiva trata sobre el progreso y no la perfección, regresarás a tus rutinas normales después de ir a una cena navideña, para dar un ejemplo.
¿Qué es la alimentación intuitiva?
Es una forma de ver la nutrición sin incluir dietas. En lugar de tener reglas y restricciones que es algo común en dietas populares, la alimentación intuitiva está basada en 10 principios diseñados para mejorar tu relación con la comida y tu cuerpo.
Más que nada te motiva a rechazar la mentalidad de dieta y cualquier noción de que tienes que comer o verte de cierta manera para ser saludable. En lugar honras las señales de hambre y saciedad de tu cuerpo, haces las paces con la comida y disfrutas la comida y la experiencia de comer, practicando autocompasión.
Adoptar esta mentalidad hacia la comida te ayudará a tener mejor autoestima, una mejor imagen de tu cuerpo y menor probabilidad de caer en desórdenes alimenticios.
¿Qué saber antes de empezar la alimentación intuitiva?
Si planeas empezar a comer de manera más intuitiva en lugar de seguir una dieta, sólo toma en cuenta que no será fácil al principio, especialmente si tienes un largo historial con dietas restrictivas.
Ten paciencia contigo misma y recuerda que se vuelve más fácil con el tiempo y la práctica.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.