El consumo moderado de cerveza con o sin alcohol puede tener efectos benéficos para la salud de la mujer en diferentes etapas de su vida como el embarazo, la lactancia, la menopausia o la vejez, según el libro “Mujer, Ginecología y Cerveza”.
La cerveza es una bebida fermentada, de baja graduación alcohólica, elaborada a partir de ingredientes naturales como agua, cebada y lúpulo, con bajo contenido calórico y diversos nutrientes como vitaminas del grupo B, especialmente ácido fólico, fibra y minerales.
Las mujeres que están intentando quedar embarazadas así como las ya gestantes, encontrarán beneficios en la cerveza por el ácido fólico, una vitamina esencial para el sistema nervioso y la regeneración de las células, que disminuye el riesgo de malformaciones en la médula espinal y previene gran parte de los defectos del tubo neural en el nacimiento.
En el periodo de lactancia, la suplementación con cerveza reduce el estrés oxidativo al que está sometida la madre tras el parto y aumenta la actividad antioxidante en la leche materna.
Pero durante el embarazo y la lactancia, los expertos advierten a la mujer que quiera consumir cerveza que debe optar por su variedad sin alcohol.
En la menopausia cobran especial relevancia los antioxidantes y la cerveza, pues es una fuente de polifenoles, además aporta vitaminas, fibra o fitoestrógenos naturales, estos últimos benéficos en la prevención de patologías derivadas del descenso de estrógenos propio de esta etapa.
Con información de Wapa