Los cables ya son algo anticuado, actualmente la mayoría de nuestra información se comunica a través de fibra óptica, largas tiras de material que puede transmitir información como luz. Pero con un nuevo descubrimiento, los cables de fibra óptica podrían volverse más económicos y más eficientes y podrían abarcar más terreno.

Investigadores buscaron y encontraron una solución para un problema que quizá todos que hayan jugado “teléfono descompuesto” ya conocen. Mientras más largo es un cable de fibra óptica, es más probable que la información de distorsione en el camino. El problema se resolvía normalmente con el uso de máquinas llamadas repetidoras que se colocaban estratégicamente a lo largo de la ruta del cable, que reduce el ruido, pero estos aparatos son costosos.

Los sistemas de fibra óptica actuales son como la arena movediza, mientras más luchas, más rápido te hundes. Con la fibra óptica, después de cierto punto, mientras más energía le agregues a la señal, más se distorsionará, previniendo un alcance más largo. Este nuevo método quita el límite de poder, lo cual en cambio extiende la distancia que las señales pueden viajar en la fibra óptica sin necesidad de repetidores.

El método fue desarrollar un peine de frecuencia, un método que quita la distorsión trabajando con ella. En lugar de transmitir la información como es, el peine de frecuencia altera la información un poco en el comienzo para que la distorsión no tenga un efecto dramático. Cuando la información llega a su destino, puede ser fácilmente decodificado porque el receptor sabe exactamente cómo fue modificada la información y puede regresarla a como estaba.

Con este nuevo método, ingenieros mostraron que los cables de fibra óptica podrían transmitir información de manera segura a casi 12,000 km sin necesidad de tener tecnología costosa a lo largo de cada 90 km para filtrar el ruido y la distorsión. Esto significa que la información puede ser transmitida más rápido por menos dinero. Quizá nuestro mundo se vuelva aún más pequeño.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.