Seguro cuando estabas en la secundaria tu sueño era vivir de manera independiente como lo haces ahora. Pero si le pudieras decir al tú de esos tiempos sobre cómo te estresas por mensajes de texto de tres palabras, quizá no hubieras tenido tanta prisa por crecer.

Los enamoramientos adolescentes no desaparecen mágicamente el momento que te vas a vivir por tu cuenta ni a cierta edad. Aquí hay unas razones por las cuales no es tan padre enamorarse como adolescente cuando ya se supone que eres una mujer adulta y madura:

1. Tienes menos opciones

Como adolescente, estaba bien enamorarte de cualquiera sólo porque te gustaba la misma música que a ti o porque tiene una playera de algo (una película, una banda, etc) que te gusta o porque tenía coche y podía manejar. Pero con la edad te van importando más otras cosas y tus enamoramientos se vuelven más específicos y difíciles de encontrar. Cuando no te encantan todos los hombres que conozcas, vas a querer invertir más en aquellos que sí te gusten.

2. No es un problema lógico que puedas resolver con la cabeza

Quizá eres la jefa de la oficina y todos te admiran y respetan o eres de esas personas que dan el ejemplo en el gimnasio, pero estas habilidades no siempre te sirven cuando se trata de lo que sientes. Esto puede ser muy frustrante. Pagas tus cuentas a tiempo, llamas a tus papás con frecuencia y puedes cocinar muchas cosas para ser sana y comer rico. ¿Pero por qué no puedes hacer nada al respecto del enamoramiento que sientes?

3. Tus fantasías son un poco aburridas ahora

Cuando eres joven, incluso un beso en el cachete puede sentirse como una aventura. Como adulta, podrías tener fantasías más eróticas, pero las fantasías prácticas siempre están presentes. Como cuando ves a un hombre y piensas que parece un hombre que puede leer un mapa y eso te encanta por alguna razón.

4. La competencia es complicada

Eres una adulta, así que te esfuerzas por no despreciar al resto de las mujeres que probablemente estén babeando por el mismo hombre. Podrías hasta tener cosas en común con estas mujeres, fuera de quién les guste y todo eso. Parte de ser una mujer adulta es respetar a otras mujeres adultas, lo cual puede hacer compartir un enamoramiento un gran ejercicio de no dejar a tu quinceañera interior salir a la superficie.

5. Podría estar casado

En algunos casos, quizá prefieras sentir esta clase de enamoramiento de quinceañera por un hombre casado, porque no tienes que hacer nada al respecto. Nada mata un enamoramiento de estos como un anillo de boda. Ahora puedes recordar esos tiempos donde nunca te enamoraste de alguien que dejara de estar disponible por el resto de su vida.

6. Te sientes como adolescente

Deja de ser linda esa manera de babear por un hombre con la edad. Hay un límite en la cantidad de veces que puedes pedir consejos sobre qué escribirle a una persona vía mensaje de texto.

7. Es difícil mantener la compostura

Comportarte como una adolescente enamorada te la pasamos cuando eres adolescente, pero cuando ya eres grande, te hace ver ridícula. Como adulta, tienes que mantener la compostura y no ser tan obvia, tus intenciones deben ser captados, pero sin que parezca que estás loca. Es un balance delicado que posiblemente nadie ha logrado dominar en el mundo.

8. Duele mucho cuando no resulta en nada

Claro, a estas alturas pensarías que ya estarías acostumbrada a las desilusiones de que nunca habrá un futuro contigo y tu pequeño enamoramiento, pero descubrir que la sensación no es mutua no pierde el filo con el tiempo. Lo bueno de esta edad es que ahora en vez de irte a casa y llenar varias hojas en tu diario con lágrimas, puedes simplemente salir a beber con tus amigas y posiblemente encontrar a otro hombre de quién enamorarte.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.