Ya no se le dice China Rojo y han recibido al capitalismo con brazos abiertos, pero esto no dice nada de cómo es la burocracia poderosa de China en cuanto a liberad de expresión.
Un ejemplo de lo que me refiero es la demanda que hicieron para que se quitaran unas escenas en el documental de Eva Orner, titulado The Network, que habla de cómo Tolo TV, de Saad Mohensi, esta transformando la sociedad en Afganistán.
“Era chistoso pero a la vez un poco triste también,” dijo Orner, hablando sobre un correo electrónico que le llegó la semana pasada a su agente de ventas en Londres y que fue enviado por Sun Wei, conocido también como David, uno de los encargados en Festival Internacional de Cine Documental de Guangzhou 2013.
“Nos da mucho gusto decirte que estamos considerando seleccionar tu documental The Network como uno de los finalistas,” escribió David. “Sin embargo, el jurado considera que algunas partes son controvertidas y necesitamos que quites estas partes[…] si estas de acuerdo con quitar estas partes, el jurado podrá seleccionar tu filme para la lista de finalistas. Requerimos tu respuesta pronta.” (David no respondió a un mail que fue enviado para explicar cuáles fueron los escrúpulos del jurado)
Orner, quién compartió el premio de Mejor Documental Academico 2007, como productora de Taxi to the Dark Side, un filme por Alex Gibney, que trata de cómo los estadounidenses implementaban la tortura en Irak, dice que no tiene idea qué es lo que le molesto a los censores chinos.
Una de las porciones que se pidieron que se quitaran sale Mujeeb Arez, de Tolo TV, hablando de una visita que hizo a Nueva York. “Estoy diciéndoles a todos que la mejor ciudad del mundo en Estados Unidos” dijo Arez en el documental.
“Eso ni hace sentido,” dijo Orner, notando que Estados Unidos no es una ciudad. “Tampoco se puede considerar como propaganda a favor de Estados Unidos.”
En la otra porción que no fue aceptada por el jurado, Ahmad Shafi, periodista afgano, decía que vivir durante la invasión soviética y la dictadura talibana subsecuente influenció en su perspectiva. “Me hizo creer en mi mismo en lugar de una ideología,” dijo Shafi, “No necesito del comunismo, no necesito un jihadismo, no necesito de nada para creer en algo.”
“No es como si estuviera denunciando el comunismo,” dijo Orner, “me pareció extraordinario que tuvieran a gente viendo estos documentales y dedicándose a sacar cualquier cosa que podría verse como anti-comunista o pro-EUA. Es como la China comunista de viejos tiempos otra vez.”
Orner, una veterana de festivales de cine en todo el mundo, dijo que esta fue la primera vez que le piden que borre contenido de sus películas por ser demasiado controvertido. Lo más raro es que las dos porciones que pidieron que se quitaran duran tan solo unos segundos en total y son de los momentos más tranquilos en la película que muestra ejecuciones de verdad por fusilamiento y horca y documenta el abuso violento hacia las mujeres en Afganistán.
“Es tan estúpido que es chistoso,” dijo Orner sobre la censura china que se le propuso. Son tan triviales las partes que quieren que se eliminen que Orner les dijo que los podían omitir. “Me encantaría que la gente en China vea el documental, con tal de que no piensen que se trata de lo maravilloso que es Afganistán.”
Publicado por Othón Vélez O’Brien.