El Papa Francisco advirtió hoy que la persecución a los cristianos es “una injusticia” que “debe ser eliminada” y criticó que muchos países dicen respetar la libertad religiosa pero fomentan obstáculos contra los fieles.
Desde la ventana de su estudio privado, en el Palacio Apostólico del Vaticano y ante miles de personas que llenaron la Plaza de San Pedro, el pontífice impartió la bendición con el Angelus en la fiesta de San Esteban, primer mártir de la Iglesia católica.
En su discurso, pronunciado en italiano, sostuvo que el recuerdo de los mártires un día después de la fiesta por el nacimiento de Jesús, sirve para disolver una “falsa imagen” de la Navidad: “Empalagosa y de cuento de hadas (?) ¡que no existe!”.
Recordó que el martirio de Esteban tuvo lugar después de un discurso incendiario que suscitó la ira de los miembros del Sanedrín, por el cual fue arrastrado fuera de los muros de la ciudad y lapidado. Finalmente murió como Jesús, pidiendo perdón por sus asesinos.
Reconoció que, en el clima alegre de estos días, la conmemoración de una muerte podría parecer fuera de lugar. Porque la Navidad es la fiesta de la vida e infunde sentimientos de serenidad y de paz, ¿por qué turbar su encanto con el recuerdo de una violencia tan atroz?
Pero, para Francisco, en realidad la fiesta de San Esteban está en plena sintonía con el significado profundo de la Navidad, según la óptica de la fe.
“En el martirio, de hecho, la violencia es vencida por el amor, la muerte por la vida. La Iglesia ve así en el sacrificio de los mártires su “nacimiento al cielo”. Celebramos entonces hoy la “navidad” de Esteban, que el profundidad surge de la Navidad de Cristo. ¡Jesús transforma la muerte de cuantos lo aman en aurora de vida nueva!”, precisó.
“En el martirio de Esteban se reproduce la misma confrontación entre el bien y el mal, entre el odio y el perdón, entre la humildad y la violencia, que tuvo el culpen en la cruz de Cristo”, refirió.
“La memoria del primer mártir va así, inmediatamente, a disolver una falsa imagen de la Navidad. La imagen empalagosa y de cuento de hadas, que en el evangelio ¡no existe!”, agregó.
Sostuvo que, por eso, este día se reza en modo particular por los cristianos que sufren discriminaciones a causa del testimonio rendido a Cristo y al evangelio.
Expresó su cercanía con estos “hermanos y hermanas” que, como San Esteban, son acusados injustamente y objeto de violencias de todo tipo. Esto ocurre especialmente ahí donde la libertad religiosa no está aún garantizada o no plenamente realizada, aseguró.
Denunció que ocurre también en países y ambientes que en los papeles cuidan la libertad y los derechos humanos, pero donde -de hecho- los creyentes, especialmente los cristianos, encuentran limitaciones y discriminaciones.
“Para el cristiano esto no sorprende, porque Jesús lo predijo como ocasión propicia para dar testimonio. Pero, en el plano civil, la injusticia va denunciada y eliminada”, apuntó.
Ciudad del Vaticano, 26 Dic (Notimex).