Con más de 1.100 millones de usuarios, Facebook es la red social más poblada. No estar ahí es casi no existir en internet. Sin embargo hay un contra-movimiento de personas que están abandonando el sitio de Zuckerberg. Un estudio con 300 desertores muestra sus motivos. Serán pocos, pero sus razones son grandes.
Cada cierto tiempo, en especial coincidiendo con alguna polémica con la privacidad de Facebook o algún cambio en su diseño, se desata una campaña de abandono de la red social. Una de las más sonadas fue el Quit Facebook Day, que consiguió que 40.000 usuarios dijeran adiós a sus muros, los post y los me gusta.
Ahora, un grupo de investigadores de la Universidad de Viena ha querido descubrir sus razones y han comprobado que determinado tipo de personas están más predispuestas a abandonar Facebook… y además resulta que no son aquellos que usan menos la red.
Reclutaron a 310 desertores de la red social y los estudiaron para compararlos con otro grupo similar de usuarios activos de Facebook. Sus resultados son muy reveladores. La mayoría eran hombres (el 71,5%) con una edad media de 31 años. Pero hasta que la abandonaron, era muy activos, con casi dos horas diarias de uso de la red social. Además su cuenta ya llevaba varios años en activo. Estos 300 tenían una media de 133 amigos y procedían de unos 40 países.
Este patrón no se corresponde con el del grupo de usuarios activos. Aquí, la mayoría eran mujeres y de menor edad (una media de 24 años). En número de amigos, uso diario de la red y antigüedad eran similares.
De forma paralela sometieron a ambos grupos a un triple test para determinar su grado de preocupación por la privacidad, su adicción a internet, para determinar cómo afecta su uso a la vida diaria, y, por último, una prueba de personalidad centrada en cinco rasgos principales: extraversión, su habilidad para ser agradable, diligencia, apertura ante nuevas experiencias y si presentaban algún comportamiento neurótico.
Con estos datos, el estudio, publicado en Cyberpsychology, Behavior, and Social Networking, muestra que, además de ser mayores y mayoritariamente hombres, a medida que aumenta la edad, se fortalece la correlación con la privacidad. Además, entre estos 300, el grado de adicción a internet es mayor. En cuanto a los rasgos psicológicos, sólo en diligencia, un grupo y otro se diferenciaban.
Los investigadores entonces preguntaron a los desertores por sus razones para dejar Facebook. Casi la mitad señalaron a su preocupación por la privacidad. Otros mostraron un disgusto generalizado con Facebook (el 13,5%), mientras que otro 12% se refirieron al agobio que les producía la presión social de los amigos en la red. Sólo un 6% destacaron su adicción a Facebook. Otras razones menores fueron el acoso o el desinterés por la red social.
“Con la relevancia que han tenido casos como el de Wikileaks o las recientes revelaciones sobre la NSA, los ciudadanos están mostrando cada vez más su preocupación por las cuestiones de la privacidad en la red”, explica la editora deCyberpsychology, Behavior and Social Networking, Brenda Wiederhold.
Aunque el número de desertores de esta muestra es muy pequeño, la mayoría mostraron que los riesgos para su privacidad son mayores que los beneficios que les supone estar en Facebook. Y esto podría ser contagioso.