Cuando pasa la emoción inicial de una nueva relación de pareja es cuando realmente empezamos a conocer a la persona que para su buena o mala fortuna, nos dio el “sí”. Poco a poco empezamos a ver sus hábitos, sus características reales de personalidad y cómo lidian con los nuestros.

Yo siempre he sido más propensa a tener amigos que amigas. No sé muy  bien porqué. Esto me ha llevado a ver cuántas veces las mujeres cometemos errores tontos por las peores razones imaginables. He perdido a muchos amigos cercanos gracias a sus novias y esposas, mujeres celosas o extrañas que no comprenden o no soportan una amistad entre sexos distintos, particularmente cuando el del sexo distinto es su novio o su marido.

También he visto mujeres que se dedican a alejar a su esposo o novio de sus amigos, aunque sean hombres. Esto pasa generalmente o porque se sienten rechazadas por el grupo (o sea, tus cuates no la soportan) o porque quieren demostrar que su galán está totalmente bajo su control y no del de sus amigos. He visto mujeres que no “dejan” a sus  esposos salir con sus amigos, o ir a practicar algún deporte un rato del fin de semana porque no toleran que estén lejos de ellas ni siquiera un ratito. Esto es muy triste, porque tarde o temprano genera rencor en su pareja. Y donde hay rencor, aunque suene cursi, no hay lugar para el amor.

Curiosamente, este tipo de cosas no pasan cuando la novia o esposa es, como muchas mujeres que conozco y entre las cuales por suerte me incluyo, una chica NFL. Con esto no quiero decir que sea necesariamente fan  del americano, sino que tiene las características de una fan del americano.  Así que aquí les dejo algunas razones por las cuales tener una chica NFL en tu vida, es lo mejor que te puede pasar:

La primera es que no hay mejor regalo en el  mundo para tus cuates, que cuando tu mujer entiende de lo que hablan. Lo que suele pasar en un grupo formado por distintas parejas es, y me parece muy triste, que las mujeres terminan por juntarse todas en un lado de la casa a platicar, mientras que los hombres están en otra parte de la misma casa, hablando de otras cosas muy distintas. Lo más triste es que la convivencia de la pareja mientras están en este tipo de reunión es prácticamente nula.

Las chicas NFL están acostumbradas y además disfrutan hablar de las mismas cosas que aman tú y tus amigos. Esto es porque normalmente, a raíz de su gusto por el deporte, han pasado mucho tiempo con hombres y los entienden.

Por eso se convierten en parte del grupo, porque no deciden quedarse en casa cuando vas a ver el partido con tus amigos, porque gritan más fuerte que todos los demás, se enojan y lloran, pero por el partido. Las otras chicas lloran y se enojan, pero contigo, porque fuiste a ver el partido.

No sé qué opinen ustedes, pero la sensación de orgullo de llevar a tu novia o esposa a ver el partido con tus cuates, y que salga con el jersey y la gorra de su equipo puestos, que sepa y entienda lo que está pasando, y que no se pase el partido jugando en su teléfono, no tiene precio. Ah, y lo más importante, que no pregunte “¿Ya metieron gol?” o “¿Nadie le va a regresar su kleenex amarillo al señor de rayas?”

Otro punto importante es que las chicas NFL somos súper leales. Cuando llegamos a amar a un equipo, lo hacemos para siempre. No conozco a una sola que haya cambiado de equipo jamás. Por supuesto que a todas nos gusta la forma de jugar de más de un equipo, pero jamás traicionaríamos al nuestro solamente porque el otro juega bonito. (Traducción: Una chica NFL verdaderamente enamorada, no pone el cuerno y no cambia de galán. Por supuesto que a todas nos parece que alguno que otro por ahí, está guapo, pero jamás traicionaríamos a nuestro novio o esposo adorado solo porque algún otro hombre está bonito).

Para los más chavos es padrísimo andar con una chica NFL. Algo que me encanta es que con una chica NFL, la plática nunca se acaba. Particularmente en la etapa del dating, cuando la pareja no se conoce bien, hay momentos en los que nadie dice nada. A todos nos ha pasado y lo único que pasaba por nuestra mente en esos momentos era la frase “Di algo, di algo, di algo”. Estos momentos son horribles y en ocasiones, con tal de que terminen, los hombres hacen preguntas muy extrañas, como “¿Tu hermana tiene novio?” o “¿Son de verdad?”. Olvídate de esto para siempre con una chica NFL, lo peor que podrá pasar es que terminen platicando cinco horas más de lo que calculabas y que su mamá la mate por llegar tarde. Ah, y que el papá te mate a ti.

Y si eres de esos fans que compra cosas extrañas por internet, una chica NFL será tu mejor aliada. En lugar de gritarte por gastarte el dinero en una muñeca de plástico con el jersey de tu equipo puesto, que baila con pompones cuando prendes el switch, se emocionará contigo y probablemente encuentre un lugar privilegiado en tu casa para exhibirla. Entenderá perfectamente porqué te hace tan feliz tener toda clase de cosas con el logo de tu equipo y probablemente tendrá tantas como tú. Los domingos se convertirán en un maravilloso ritual.

Jamás se burlará cuando llores porque perdió tu equipo, posiblemente llorará contigo. Nunca oirás un “no es para tanto” salir de su boca, porque sabe perfectamente que en ese momento no existe nada tan importante como el hecho de que tu equipo no pasó a playoffs o perdió un partido importante. Y esto se traduce a toda tu vida, entenderá tus emociones porque las ha vivido de cerca y jamás menospreciará lo que sientes.

Y por último, te dejo sólo una pregunta, ¿si es así de apasionada por un deporte, qué tan apasionada será para otras cosas?. ¡Dale una pensadita!

Autora: Isabel Gutierrez Sardina