“Saving Mexico” (salvando a México). La polémica prendió en el país, y en especial en sus redes sociales, después de que la revista Timeadelantara la portada de su edición del próximo 24 de febrero, dedicada a Enrique Peña Nieto. El título iba acompañado de un subtítulo también elogioso con el presidente: “Cómo las radicales reformas han cambiado la narrativa de un país manchado por el narco”.
La revista, que tira 3,2 millones de ejemplares y que saldrá con esta portada en sus ediciones en Europa, Oriente Próximo, África, Asia y el Pacífico Sur -todas a excepción de la de Estados Unidos-, fue muy criticada en Twitter y Facebook por usuarios que creen que la realidad de México no se ve reflejada en esas pocas líneas. Y fueron varios quienes calificaron la publicación del tema como un ardid de relaciones públicas orquestado por el Gobierno mexicano.
El autor del reportaje, Michael Crowley, dijo en Twitter que le llamaba la atención la cantidad de críticos del presidente que “creen que literalmente fui sobornado para escribir una historia positiva sobre él”. Y poco después pidió que leyeran su texto antes de criticarlo.
El largo reportaje, titulado The Committee to Save Mexico (El comité para salvar a México) es un extenso recuento de los primeros doce meses de Peña Nieto en Los Pinos, la residencia oficial. Se tocan varios temas, desde las pasiones que despertaba el político en campaña, hasta las crisis que ha tenido que afrontar, entre ellas la de violencia. “Los asesinatos han disminuido en algunas áreas, pero otros delitos han repuntado”, dice Crowley en el reportaje. Los hombres más cercanos al mandatario, el ministro del Interior, Miguel Osorio y el de Hacienda, Luis Videgaray, también fueron entrevistados para la pieza.
No es la primera vez que Peña ocupa la portada de Time. En diciembre de 2012, justo antes de asumir la presidencia, la revista hizo una pieza sobre los retos que representaba el regreso del Partido Revolucionario Institucional (PRI) al poder después de 12 años de gobiernos de la derecha. Entre ambas ediciones han pasado 14 meses y al menos diez reformas legislativas de mucha ambición, cuatro de ellas constitucionales, que han servido de bandera a la administración.
Las reformas han sido bien recibidas por organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y calificadoras como Moodys, que después de valorar las proyecciones del país, elevó su nota a los bonos mexicanos, que alcanzaron una A, algo solo logrado por Chile en América Latina. “Diría que México es por mucho, en este momento, la nación favorita en la comunidad de inversionistas de Wall Street”, ha señalado a Time el director de mercados emergentes de Morgan Stanley, Ruchir Sharma.
Pero el entusiasmo del mexican moment ha tenido más problemas para contagiar la calle. El nivel de aprobación del presidente cayó ocho puntos entre los ciudadanos y 27 entre líderes de opinión en su primer año en funciones, según una encuesta publicada en diciembre pasado.
La lenta marcha de la economía mexicana, que creció 1.2% en 2013, y los temas de seguridad, donde el Gobierno no ha podido pacificar zonas del país asoladas por la violencia del narcotráfico, son dos de los reclamos más escuchados a esta Administración. Lo decía este viernes Manuel Jáuregui en el diario Reforma: “Siguen rondándonos los espectros de la violencia y la corrupción: contra estos males que nos aquejan no se ha logrado reforma alguna”.
Fuente: El País