La sal del Himalaya, sal purificada del mar rojo, sal gris… ¿qué pasó con la sal normal?
Pues, cocineros y chefs en todo el mundo usan estas sales elegantes para tener más opciones de sabores con la comida además de “salado.” ¿Pero alguna de estas opciones de sal realmente es más sano que la sal normal?
Los manufactureros de la sal gris la consiguen de tinas forradas de barro. El barro en estas tinas unen los cristales de sal con minerales como hierro, calcio y manganeso. Pero no por cambiar tu sal regular por esta mejorará tu salud.
Eso es como decir que el jugo de naranja es más sano que el refresco porque tiene mucha más vitamina C.
Aunque la sal gris sí te brinda mucho más que la sal regular para cocinar.
Esta sal tiene la textura de hojuelas suaves, no como los cristales duros que viene en la mayoría de sales de mar. También se siente ligeramente húmedo al tacto. En cuanto a sabor, pues sabe salado, pero con un pequeño toque a minerales.
Por esta razón la sal gris sabe mejor cuando se espolvorea en platillos simples de verduras, como con ejotes, broccoli, chicharos, esparrago o elote.
También tiene un sabor suficientemente fuerte como para combinar con un filete a la parrilla, una chuleta o cualquier tipo de pescado.
Si te preocupa el consumo de sodio, no hay de qué preocuparse. La mejor manera de reducir tu consumo de sodio es dejando de comer alimentos procesados.
Cosas empaquetadas, enlatadas o comida rápida, todo esto está saturado de sodio. Las sopas en lata, por ejemplo, tienen más de la mitad de la sal que deberías de consumir en un día.
Lo emparejas con un sandwich o lo que sea y es muy probable que estés consumiendo toda la sal que deberías por un día en un solo almuerzo.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.