Los pacientes con glóbulos rojos reciclados y luego reintroducidos durante una cirugía de corazón reciben más oxigeno dónde se necesita en comparación con pacientes que reciben trasfusiones de un banco de sangre.
Recientemente investigadores han encontrado que entre más unidades de sangre vieja que recibe un paciente, más daño en los glóbulos rojos se presentaron. El daño vuelve a las células menos flexibles por lo tanto, menos capaces de distribuir oxigeno a tejidos.
El daño persistió al menos tres días después de la cirugía. Estudios previos han vinculado trasfusiones de sangre con riesgos de contraer infecciones en hospitales.
“Ahora tenemos más evidencias para comprobar que los glóbulos rojos frescos tienen mayor calidad que aquellos que conseguimos en bancos de sangre,” dice Steven Frank.
“Resulta que la sangre se parece más a la leche que a el vino.”
Para reciclar la sangre, una máquina conocida como colector de células que recolecta los glóbulos que pierde el paciente durante la cirugía y las enjuaga de grasas y tejidos no deseados. Luego lo centrifuga y separa las células rojas que se le devuelven al paciente.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.