Aquí hay un buen argumento para conseguir mejores muebles. Un estudio reciente sugiere que usar sillas inestables podría afectar la manera que ves tu relación para mal.
Investigadores le pidieron a 54 estudiantes universitarios en relaciones serias que se sentarán en sillas estables o unas que se mueven y tambalean. Luego le dieron un cuestionario a los sujetos preguntando sobre la satisfacción en su relación y aquellos en las sillas inestables calificaron sus relaciones como algo menos seguro.
Otro experimento del mismo estudio dio resultados similares cuando le pidieron a 174 personas en relaciones monógamas que se mantuvieran de pie sobre un pie o ambos. Aquellos que tuvieron que estar parados sobre un pie dijeron tener relaciones menos estables. También escribían cartas menos amorosas cuando se les pidió que escribieran una.
Una tercera prueba comprueba más la teoría de que el ambiente que te rodea afecta la manera que ves tu relación. A 129 universitarios se les asigno uno de dos grupos, uno que tenía que estar sentado sobre sillas con discos inflables ocultos que hacían que fuera difícil sentarse en una posición estable y otro grupo que se sentó en sillas más sólidas y estables. Aquellos en las sillas cómodas expresaron una mayor satisfacción con sus parejas que aquellos en el otro grupo.
Los investigadores recalcan el hecho de que la incomodidad o inestabilidad física resultará en una relación inestable, sino que sólo se ha comprobado que afecta la percepción que tiene uno sobre su relación, lo cual es un aspecto importante del campo de la cognición incorporada, la manera que la psicología y el ambiente afectan nuestros pensamientos y sentimientos.
Así que la próxima vez que evalúes tu relación, procura estar de pie o sentado cómodamente primero.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.