Dejar atrás una mala relación puede ser complicado porque de cierto modo es como si alguien se te muriera. Incluso si tú eres quien terminó la relación y crees que fue lo mejor para ambos, el luto que sigue después de terminar una relación es el mismo proceso de luto que si se te muriera alguien.

Aquí te detallamos las cinco fases del luto tras terminar con una relación.

Negación

En esta fase tu corazón domina sobre tu sistema de creencias mientras intentas ajustarte a tu vida sin esta persona. Incluso aunque sepas que la relación ya terminó, no te lo crees realmente. Aunque todo el mundo te diga lo contrario, no dejas de creer en la fantasía que las cosas podrían resolverse para que estén juntos. Encuentras pequeños destellos de esperanza en las indicaciones claras de que todo ya terminó.

Enojo

El enojo se puede manifestar de varias maneras. Te enojas con tu ex, con dios o el universo, con gente o situaciones relacionadas con relaciones terminadas o enojo hacia gente que no está de acuerdo o no entiende tu enojo. En esta fase crees que es una excelente idea decirle a todos qué clase de psicópata era tu ex.

Negociación

La negociación va de la mano con la negación. A través de la negociación podrás buscar cualquier manera de hacer que funcione tu relación, ya sea negociando, con amenazas o con magia. Por ejemplo, le dices a tu ex que cambiarás o que pueden ir a terapia juntos o que está hiriendo a los hijos, a la familia, a tu familia o al perro al irse. O quizá le reces a dios o vayas con algún brujo para hacer que las cosas vuelvan a como eran antes.

Depresión

La depresión también se manifiesta de varias maneras. Por ejemplo, sentirte cansado todo el tiempo, no querer hacer nada más que estar en la cama todo el día, sentirse desconectado de los demás aunque estés físicamente con ellos, sentirte al borde de las lágrimas a cada rato, etc. La desesperación es el peor aspecto de esta fase de depresión, es lo que te hace creer que nada volverá a ser bueno en tu vida.

Aceptación

Finalmente, en esta fase haces las paces con la pérdida. No siempre es repentina esa fase, a veces sucede gradualmente, a veces esparcido entre algunas de las otras fases. La aceptación no siempre es armonía y flores, casi siempre queda un poco de tristeza. En esta fase dejas la relación verdaderamente atrás y empiezas a moverte hacia delante.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.