Bajar de peso no es juego de niños. A veces hay que llevar a cabo cambios drásticos en tu estilo de vida si quieres bajar unos kilos y al cambiar todo en tu rutina diaria a la que te acostumbraste, las cosas pueden volverse emocionales.

Deberías estar preparado para los cambios donde tendrás toda la motivación del mundo y luego sólo quieres regresar a cómo eran las cosas antes. Pero sabes que en verdad ya ganaste cuando terminas enamorándote de tu nuevo estilo de vida.

Tomando esto en consideración, estas son las cinco etapas emocionales por las que pasarás cuando intentas ponerte en forma:

La luna de miel

Aquí es donde empieza la fase motivada de tu nueva vida. Igual que la etapa de luna de miel en una relación, se llama así esta etapa para bajar de peso porque quieres que dure para siempre, pero no suele ser así. Estás emocionado y listo para hacer unos cambios. Según estudios, la gente que pasa mayor parte del tiempo en esta etapa consiguen mejores resultados a lo largo del tiempo.

Frustración

Después de la luna de miel, entras en meseta. Esta es la parte de la nueva rutina donde empiezas a darte cuenta que planear el éxito para bajar de peso puede ocupar mucho de tu tiempo y puede volverse tedioso. Esto puede hacerte sentir tenso. Pero del lado positivo, esto le pasa a la mayoría de la gente que busca ponerse en forma. Lo importante es que revises tu estrategia para conseguir cambios sustentables que resultan en mayor pérdida de peso sano a lo largo del tiempo.

La aceptación tentativa

Esta etapa sucede cuando bajar de peso se siente como una realidad tentativa. Ves que ahí vas, pero te das cuenta de que tomará mucho tiempo y esfuerzo. Aunque esto sea molesto, toma en mente que una velocidad sana para bajar de peso es como de medio a un kilo por semana. Como te habrás dado cuenta, suele suceder más lento que eso. Sólo no dejes que este ritmo te desanime de tus metas.

Ambivalencia

Esta etapa empieza ya después de meses en el proceso cuando empiezas a darte cuenta de que este nuevo estilo de vida va a tener que durar el resto de tu vida. Cuando empiezas a perder la motivación, proponte pequeñas metas que puedas conseguir todos los días o cada semana. Cuando cumples con estas pequeñas propuestas como beber cierta cantidad de agua o ir al gimnasio más de tres veces a la semana, te sentirás más inspirada para acatarte al nuevo estilo de vida.

Miedo del futuro

Algunas personas que bajan mucho de peso serán confrontados con esta quinta etapa del nuevo estilo de vida. Esto es cuando te das cuenta que te estás presentando ante el mundo como una nueva persona y cuestionas si serás igual que antes o si has cambiado más que en tu físico. Esto suele pasarle a la gente que empieza con obesidad y bajaron una cantidad más que considerable de peso. Recuerda que bajar de peso no cambia quien eres, aunque te sientas con mayor confianza, energía y muy contento contigo mismo, no has cambiado en el fondo. Y eso es lo bueno.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.