La primera escena, o la secuencia de introducción, de una película lo es todo. Establece a personajes, temas, ideas y relaciones. Pero lo más importante es que funciona como el puente que cruza el público de sus asientos a la película. Es vital para absorberlos de entrada para que la experiencia de la película sea total y plena.

Pueden ser lentas y silenciosas o llenas de acción y música.

Aquí te mostramos algunas de las mejores primeras escenas de una película en el cine:

The Big Chill (1983)

Mean Streets (1973)

Once Upon a Time in the West (1968)

Le Samouraï (1967)

Persona (1966)