Si estás soltero y en una boda, pensarás que vas a ser de los que mejor la van a pasar, especialmente si eres uno de los padrinos o las damas de la boda. Seguro crees que definitivamente saldrás de ahí con alguien especial, pero estas fantasías románticas en la boda suelen ser nada más que eso.

Aquí hay unos ejemplos de lo que estamos diciendo:

Expectativa: te van a emparejar con alguien super atractivo para la ceremonia

La realidad: suele ya estar casado, es el hermano de el novio o la novia o suele ser un patán. Nunca te emparejan con la clase de persona que te imaginas cuando vas a participar en la ceremonia. Además, no suelen verse después de la boda y ni hay suficiente tiempo para conocerse bien.

Expectativa: todos en la boda son personas increíblemente hermosas

La realidad: bebes mucho en las bodas. Crees que te enamoraste de esa persona que te encontraste en la fila para el pastel o en la pista, pero luego recuerdas que has aprovechado la barra libre demasiado y te das cuenta del error que cometiste al día siguiente.

Expectativa: una boda es un buen lugar para conocer a gente

La realidad: normalmente te la pasa sólo con la gente que ya conoces. Esta idea de que es una fiesta para conocer a gente sin esfuerzo parece correcto hasta que te das cuenta que suele ser más familiar la cosa. Además, te das cuenta de que no hay mucha gente soltera en las bodas.

Expectativa: si eres dama de honor y soltera, serás la más cotizada

La realidad: como dama de honor, te darás cuenta que pasarás más tiempo trabajando que coqueteando. Sueles estar tan ocupada como la novia o el novio. Primero es la ceremonia, luego todas las fotos por las cuales tendrás que posar con todo mundo, luego el momento silencioso mientras la pareja realiza su primer baile casados. Luego durante la comida están los brindis, los discursos y al final atrapar el ramo. En realidad no hay mucho tiempo para ti si participas en la boda.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.