Tus días en la playa con un cubo y una pala no se comparan con lo que puedes llegar a ver en campeonatos de esculturas de arena.
Enormes, impactantes y creativos, estos trabajos artísticos van más allá de los castillos de arena de tu infancia. Posiblemente, cambiarán tu percepción sobre el agua y la arena (recuerda: solo es agua y arena).
En el primer día de una competencia, un escultor individual recibe una pirámide de diez toneladas de arena (los equipos de dos personas en competencias de dobles trabajan con entre 20 y 25 toneladas).
Comienza así un riguroso proceso que incluye cavar, juntar, amontonar y esculpir, y que tendrá como producto final una asombrosa escultura.
Los espectadores pueden seguir toda la evolución de la obra, desde el primer día en que se comprime la arena, hasta las largas horas de talla con herramientas manuales como palas, cuchillos, cucharas y pajitas y hasta dispositivos personalizados.
“Lo primero que nos preguntan es qué pasa cuando llueve, pero el viento y el sol son peores que la lluvia cuando esculpes en arena”, explica Rusty Croft, quien junto a Kirk Rademaker es dueño de Sand Guys International y con quien condujo el programa “Sand Masters” de Travel Channel.
“Humedecemos las esculturas mientras trabajamos. El agua logra que la arena no se desprenda”, agrega.
Las esculturas terminadas son tratadas a veces con una solución de agua y pegamento para preservarlas y exhibirlas durante más tiempo.
Sin embargo, la mayoría de los campeonatos de esculturas de arena se realizan bajo carpas o sitios protegidos de estos elementos.
“Tienes que escuchar a la arena. Te dice qué debes construir. La escultura en arena es una mezcla brillante de ingeniería y trabajo artístico”, asegura Croft.
CNN