Dos mil mujeres fueron encuestadas para descubrir que las que usan ropa de tamaño 34 a la 38 se sentían más disconformes con su apariencia e incluso un porcentaje importante envidiaba las curvas de las que pesaban más, al encontrarlas más atractivas.

Mientras aparecen noticias como la de Helen Hine, la modelo norteamericana que casi pierde su vida debido a su adicción a las pastillas para adelgazar, una luz de esperanza se asoma sobre las miles de mujeres que sufren probando toda fórmula existente para perder kilos.

Según un reciente estudio a 2 mil mujeres, publicado por una tienda de ropa británica, aquellas que usan talla 44, o talla grande (16 en Gran Bretaña) se sienten más felices con su apariencia.

Un 74 por ciento de ellas se mostró satisfecho con su look, mientras que sólo un 42 por ciento de las que usan talla 36, expresó estar conforme con su cuerpo.

Desterrando la idea de que la delgadez es un objetivo que traerá consigo una sonrisa en el rostro de las mujeres, la investigación también afirmó que un 52 por ciento de aquellas con talla 36 les gustaría ser más curvilínea e incluso un 35 por ciento de ellas siente envidia por las formas de las que usan ropa L, ya que las encuentran más atractivas.

No sólo eso, un 6 por ciento de las de talla 36 dijo que se sentirían más seguras de su cuerpo si pudieran aumentar su tamaño.

Mientras el grupo de mujeres que usa talla desde la 42 a la 46 parece ver de forma más positiva su apariencia, las que usan desde la 34 a la 38, se mostraron más críticas con su físico.

Incluso se les preguntó a las consultadas a qué celebridad femenina admiraban más por sus curvas, saliendo como vencedoras a la chef y presentadora de televisión británica Nigella Lawson, seguida por la cantante Beyonce y Kim Kardashian. Todas, mujeres que no esconden su figura e incluso la realzan con ropa ajustada frente a las cámaras.

Como ellas, la modelo y ganadora de la décima temporada de “America’s Next Top Model”,  Whitney Thompson, es una de las mujeres admiradas entre las que no quieren ser más esclavas de las tallas más pequeñas.

“Me siento femenina y sexy cuando me pongo estas prendas, algo que es importante para mí y otras mujeres con curvas. Ya era hora que tuviéramos una colección como esta, para mujeres reales”, dijo tras ser protagonista de la campaña de una marca de lencería, que lanzó una línea especialmente diseñada para mujeres que escapaban de los parámetros de belleza de la delgadez.

Por su parte, Gary Kibble, directora de marca de Littlewoods.com –la empresa que realizó el estudio- destacó el hecho de que hoy en día sea más común ver en revistas y eventos internacionales, a mujeres seguras de su cuerpo curvilíneo y defendiendo las figuras rellenas, que recuerdan a íconos sexuales de antaño, como Marilyn Monroe.

“Es magnífico ver que mujeres reales y curvilíneas se sientan empoderadas a aceptar la forma de sus cuerpos y sentirse bien”, aseguró Kibble.