Las autoridades de Moscú parece que están muy preocupadas por el sobrepeso de su población, aunque en principio no sea una ciudad con un índice de obesidad muy alto.
Con la sutileza que caracteriza a los rusos, han convertido los asientos de las paradas de autobús en básculas gigantes. El objetivo es para hacer que la gente se conciencie para quitarse esos kilos de más.
Exactamente, una persona que se siente a esperar el autobús verá su peso directamente en una pantalla que estará instalada en el lateral y será libre de obsesionarse con ello o avergonzarse delante de los demás.
Este espacio y su báscula estarán subvencionados por los gimnasios de los alrededores de cada parada.
Además de eso, pondrán publicidad para que te acerques a sus instalaciones y así te puedas quitar esos kilos de más. Aunque pensándolo fríamente parece más una campaña de marketing que algo estatal.
Fuente: Abrelaboca