Las personas que tienen sexo rudo pueden ser psicológicamente más sanas que los que no tienen esos gustos en la cama, según un nuevo estudio. 

Los investigadores encontraron que las personas que estuvieron involucradas en BDSM (Bondage; Disciplina y Dominación; Sumisión y Sadismo; Masoquismo) obtuvieron mejores resultados en algunos indicadores de salud mental que los que no sufren de torceduras en el dormitorio, informó LiveScience.

El estudio, que fue publicado en el Journal of Sexual Medicine, encuestó a 902 personas que practican BDSM y 434 personas que prefieren la llamada el sexo tradicionalCada persona llenó cuestionarios acerca de sus personalidades, el bienestar general, sensibilidad al rechazo y el estilo de apego en las relaciones. Los participantes no eran conscientes de la finalidad del estudio.

A pesar de los supuestos de que los practicantes de BDSM podrían estar correlacionados con abusos, violaciones o trastornos mentales, las investigaciones han demostrado que no.

Este estudio encontró que las personas pervertidas de hecho obtuvieron mejores resultados en muchos indicadores de salud mental que los que no practicaban BDSM, informó LiveScience. Según Reuters, los participantes del BDSM se encontraron menos neuróticos, más abiertos, más conscientes y sensibles al rechazo, más seguros en sus relaciones y tienen un mejor bienestar general.

Andreas Wismeijer, psicólogo de la Universidad Nyenrode y autor principal del estudio, dijo a LiveScience que las personas que participan en la comunidad BDSM pueden haber contestado mejor sus encuestas , ya que tienden a ser más conscientes y comunicativos sobre sus deseos sexuales, o porque han hecho un poco de “trabajo psicológico duro” para aceptar y vivir con las necesidades sexuales que están más allá del alcance de lo que a menudo se considera socialmente aceptable para discutir en la corriente principal.

Esta investigación no es necesariamente representativa de la población general, ya que los participantes fueron seleccionados de manera voluntaria y por lo tanto no admite la eliminación de las prácticas BDSM del Manual de Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM). 

En el actual DSM, los fetiches BDSM se enumeran como “parafilias”, que abarcan esencialmente sus preferencias sexuales “inusuales”.

Los gustos sexuales inocuas no deben aparecer junto a los trastornos mentales. Tal vez esta investigación ayudará a reforzar su caso.