privada

No tiene nada de malo ser más privada y un poco reservada con algunas cosas, especialmente cuando se trata de tu relación amorosa.

Si eres de las personas que no le gusta hablar de su pareja con nadie fuera de la relación, no te preocupes, no estás sola y no tienes porqué sentirte mal por esto. Aquí te damos unas razones de por qué a veces es mejor mantener tu vida romántica privada:

No quieres que tu relación se convierta en tema de chismes

Si le cuentas a alguien lo que está sucediendo en tu relación, seguro que tarde o temprano más personas se enterarán. Aunque confíes en alguien, sabes que a veces las cosas se salen de control y no saben qué está bien o no compartir. Y con el tiempo, la verdad se distorsiona. Por eso es mejor guardarlo para ti.

No te interesa escuchar las opiniones de los demás sobre tu relación

Incluso si sólo quieres que alguien te escuche, siempre terminan dándote su opinión y consejos de todos modos. Pero lo importante es mantenerte fiel a lo que quieres, pienses y sientes. Es más fácil hacerlo cuando nadie más está tratando de influirte con sus opiniones.

Solo tú tienes permitido hablar mal de tu novio

Es como cuando puedes llamar a tu hermana de cierta manera, pero si alguien más lo hace, ¡se las verá contigo! Lo mismo ocurre con tu novio. Si quieres desahogarte sobre lo molesto que puede ser a veces, está bien, pero eso no le da derecho a nadie más a hablar mal de él. Puede ser un idiota, ¡pero es tu idiota!

Cuanta más gente lo sepa, más grande se hace el problema

¿Alguna vez le has contado a una amiga sobre un pequeño error que cometió tu novio y, al final, ella te convenció de que es la peor persona del mundo y deberías dejarlo de inmediato? Sí, sabes que se preocupa por ti, pero hablar con otras personas sobre problemas pequeños casi siempre los magnifica innecesariamente.

Tu novio debe ser tu confidente

Si hay un problema o algo bueno que disfrutas en tu relación, tu novio debe ser la primera persona en saberlo. Es importante que puedan comunicarse entre ustedes sin que otros se interpongan en una relación sana.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.