El Temazcal es una práctica que existe desde hace siglos cuando la Riviera Maya era puro bosque y selva y los Mayas estaban en el pico de su poder.

Requiere que entres en una especie de choza de pierda con poca o nada de ropa y sudes mientras un chamán hace cánticos.

Normalmente se lleva a cabo por pequeños grupos de chamanes quienes suelen ser de las comunidades mayas en los alrededores. El proceso toma dos horas.

Puede ser una experiencia dura, pero cualquiera con diabetes o enfermedades cardiacas debería olvidarse de eso, hasta los que padecen de claustrofobia o son escépticos deberían pensarlo dos veces.

Hasta los escépticos pueden tener por seguro que cuando la larga sesión haya terminado se sentirán refrescados, vigorizados y hasta un poco más ligeros.

Durante la sesión los olores de romero, albahaca y hierbabuena salen de un vapor que crea el chamán al tirar agua en unas rocas calientes en el centro del cuarto.

Los visitantes se mantienen hidratados con tés y se les permite acostarse, caminar o mantenerse sentados, lo que sea que se necesite para limpiar el cuerpo y la mente.

Los beneficios físicos del temazcal son muchos. El vapor mezclado con las distintas hierbas ayuda a limpiar el sistema digestivo, mejora la circulación de la sangre, da energía a músculos cansados y limpia la piel.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.