El mítico estadio Maracaná, en Río de Janeiro, reabrirá sus puertas este sábado con un partido entre amigos de los futbolistas ya retirados, Ronaldo y José Roberto Gama “Bebeto”, habrá alrededor de 27.500 invitados y asistirá la jefa de Estado, Dilma Rousseff.
El Maracaná, se une a los cuatro otros estadios entregados fuera de plazo, éste, con cuatro meses de retraso en relación al calendario original de la FIFA, pues debía haberse inaugurado en el pasado mes de diciembre.
La remodelación del Maracaná, que se comenzó en agosto de 2010, ha tenido un costo, según cifras del gobierno de Brasil de 404 millones de dólares.
A pesar de los cambios realizados al estadio, lo convierten en uno de los más modernos de la actualidad, sin embargo, no se tocó la fachada del inmueble y en contraste, los dos pisos de gradas ovaladas, pasaron a ser una tribuna continua más cercana al campo y sin puntos ciegos, pero reduciendo así el aforo a 78.838 asientos y 76.935 en juegos FIFA.
Entre las razones que explican los retrasos del estadio, se encuentran las huelgas realizadas por los trabajadores de la obra, en las que manifestaban problemas dentro del consorcio Andrade Gutiérrez y Odebrecht, además de Delta, que abandonó el proyecto luego de escándalo de corrupción.
Igualmente, se han manifestado indígenas y grupos sociales opositores a la demolición de edificaciones aledañas al estadio, para la construcción del estacionamiento del mismo que necesita estar listo para el Mundial 2014.