Si un día te encuentras mirando a tu pareja y piensas en cómo te cae mal, pero aún así lo amas, quizá te habrás sentido confundida por estos sentimientos.
El amor no siempre es una emoción positiva y puede coexistir con el enojo y el disgusto tan fácil como lo hace con el respeto y el afecto. Aquí te explicamos cómo es posible amar a tu pareja cuando te cae mal:
Te sientes sola
Si te sientes ignorada por tu pareja, ansiarás esa cercanía, pero a la vez, sabes que él es quien te está causando este dolor. Sólo quieres que pase tiempo contigo y que esté más presente emocionalmente, pero te enoja y sientes rencor hacia él.
Lo amas pero a la vez te enfurece cómo te hace sentir. Si no se hace algo al respecto, tu enojo y amor se volverá una combinación tóxica.
Estás en una relación codependiente
Esto ocurre cuando los dos dependen del otro por sus necesidades. Refuerza inseguridades y los convence de que no pueden sobrevivir sin el otro. En estas situaciones es común que las parejas se culpen uno al otro por esta constante falta de conseguir lo que necesitan.
Alguno de los dos ha cambiado
La gente en relaciones cambia, al igual que los demás. Puede surgir un problema, sin embargo, cuando uno de los dos no cambia. Si esto pasa, la que cambia puede ver a la que no cambia de manera distitnta.
Puede que veas a tu pareja como si estuviera estancada, aburrida o incluso poco atractiva. No lo dejas de amar, pero pierdes el respeto y el interés que le tenías antes.
Mientras más profundo el amor, más profundo el odio
Mientras más amas a alguien, más puedes odiar a esa persona si te lastima o traiciona.
Si tu pareja te ha traicionado, el nivel de disgusto que sientes por él es un resultado directo de cuánto lo amas.
Han permitido que sus problemas se apoderen de la relación
Si no resuelven estos problemas, te terminarás clavando en ellos internamente. Mientras más dejas estos problemas sin atender, terminará opacando lo bueno de la relación.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.