Comer yogur, ligero o no, almendras en cantidad razonable, y beber té verde permite combatir y evitar el sobrepeso, según estudios presentados en el Congreso europeo sobre la obesidad.
Las personas que consumen yogures dos veces al día están menos expuestas a la obesidad, afirman científicos en un estudio español. Los resultados están conformados por un estudio búlgaro en los países balcánicos, región consumidora tradicional de yogur.
Algunos productos aligerados contienen paradójicamente más calorías que los productos normales debido a una cantidad superior de azúcar, afirma a su vez el Instituto de la Obesidad de Rotherham, en Gran Bretaña.
Los investigadores españoles de la Universidad de Navarra recomiendan encarecidamente una combinación de “dieta mediterránea -verduras, aceite de oliva, pescado- y alto consumo de yogures”.
La merienda a base de almendras (hasta 43 gr diarios) en lugar de dulces o productos salados la aconsejan mucho los científicos estadounidenses de la universidad de Purdue.
El efecto benéfico del consumo de té verde lo destaca un estudio holandés de la universidad de Maastricht. Y el consumo “moderado” de vino en las comidas volvió a ser confirmado por sendos estudios griego y español.
Unos investigadores recomendaron a los padres que no discutan delante de sus hijos, sobre todo durante las comidas. El estrés provocado por esas broncas, y todavía más por los divorcios, contribuye al sobrepeso, según tres estudios concordantes.
“La obesidad es más pronunciada en hijos de padres divorciados y separados”, subraya el Instituto de salud Pública de Oslo.
El Instituto de Medicina Preventiva de Copenhague explica que ciertos niños rechazan para siempre algunos alimentos porque sus padres se peleaban mientras el menor debía comer.
Los niños que desayunan y cenan tranquilamente con sus padres están menos expuestos a la obesidad que quienes están solos en esos momentos, según un estudio con 7.915 niños en ocho países europeos.
La epidemia del peso excesivo y la obesidad afecta a 2.100 millones de personas, casi un 30% de la población mundial, más de 62% de ellas en países en desarrollo, concluye un estudio publicado el jueves.
Con información de Agencia AFP