El Porsche Panamera S es todo un auto. Elegante, potente y aerodinámico, capaz de alcanzar 268 kilómetros por hora.
Pero eso no es todo. La versión en la exhibición aquí en Ginebra también es capaz de viajar alrededor de 32 kilómetros nada más que con el poder de la batería.
Es por supuesto, un híbrido. Tiene un motor eléctrico junto a un motor de gasolina de tres litros. Es rápido, potente y muy económico. Porsche afirma que puede ir casi 146 kilómetros con poco menos de cuatro litros de gasolina.
Sin embargo, si usted puede permitirse un Porsche, probablemente también pueda pagar una factura de combustible bastante alta, así que ¿por qué la empresa ha invertido el tiempo, las dificultades y el dinero para desarrollarlo?
“Sabemos de nuestro deber y tenemos grandes inquietudes por el medio ambiente”, dice Wolfgang Hatz, director de investigación de Porsche y miembro de la junta directiva de la compañía.
“Esta tecnología nos ayuda a cumplir con nuestras responsabilidades así como con los futuros requisitos de los reguladores, al menos durante los próximos 10 a 15 años”.
Lo que está ocurriendo en Porsche es realmente una señal de los tiempos que vivimos. Hace una década los híbridos eran todavía un espectáculo poco habitual en los grandes salones del automóvil internacional.
Ahora, bajo la presión de las entidades regulatorias de todo el mundo, los fabricantes de automóviles han estado trabajando duro para reducir las emisiones y el consumo de combustible. Así que los híbridos se han vuelto decididamente una tendencia.
Los motores eléctricos no sólo reducen las emisiones, sino que permiten que la energía que normalmente se pierde -al frenar, por ejemplo- se recupere, que aumente la eficiencia.
Punto de inflexión
Ahora, algunos fabricantes van un paso más adelante produciendo autos totalmente eléctricos dirigidos al mercado masivo. El año pasado, por ejemplo, BMW lanzó el i3, un pequeño coche de ciudad operado por completo con baterías.
“Si uno mira hacia atrás en los últimos tres años, el mercado de automóviles eléctricos se ha multiplicado por 25” – Ian Robertson, jefe global de marketing, BMW.
La empresa invirtió miles de millones de euros en el nuevo modelo, una movida extraordinaria de una compañía que ha construido su reputación produciendo coches deportivos y vehículos de lujo, lo que podría decirse que también fue un riesgo.
Pero de acuerdo con Ian Robertson, jefe global de mercadeo de BMW, el mercado de los autos eléctricos se está acercando a un punto de inflexión, donde la energía de la batería será tan normal como la gasolina o el diesel.
“Si uno examina los últimos tres años, el mercado de automóviles eléctricos se ha multiplicado por 25”, dice Robertson.
“En nuestra mente no hay duda de que está pasando, y rápidamente, y que en muchas ciudades hay legislación que apoya esta corriente”.
“Hay incentivos fiscales en Reino Unido, en EE.UU. y Asia. Creo que vamos a ver un gran crecimiento en esta área”, agrega.
Un lugar “fuerte” en el mercado
Es una opinión que comparte el fabricante de automóviles francés Renault, que también ha invertido fuertemente en autos eléctricos, junto con su empresa asociada Nissan.
La mitad de su amplio stand en Ginebra está dedicada a los modelos que funcionan con baterías, incluyendo el Zoe supermini, dado a conocer el año pasado, así como su peculiar pequeño carrito de dos plazas, el Twizy, y la furgoneta de reparto Kangoo.
Renault y Nissan tenían la esperanza de vender 1,5 millones de vehículos eléctricos entre los dos en 2016. Ese objetivo se ha aplazado para 2020, pero Vincent Carre, el director comercial del programa de autos eléctricos de Renault, no se desanima.
“Ahora conocemos a nuestros clientes”, dice, “y estamos completamente convencidos de que los autos eléctricos ocupan un lugar fuerte en el mercado”.
Si los coches eléctricos han existido por más de un siglo, sin haberse vendido nunca en grandes cantidades, ¿por qué las grandes marcas están decididas hasta ahora a invertir en la teconología?
Nuevas mejoras
“Es la tecnología de las baterías”, explica Jay Nagley, director de la consultora automotriz RedSpy.
“La gente ha jugado con autos eléctricos desde siempre. Ciertamente desde la crisis petrolera de 1973 se ha planteado que los vehículos eléctricos son el futuro, pero no había forma de suministrarles energía hasta que se desarrollaron las baterías de iones de litio para los automóviles en los últimos años.
Los efectos de ese cambio sin duda han sido dramáticos. El desarrollo de los autos potentes, como el Tesla Modelo S, ha recorrido un largo camino para destruir el estereotipo de los coches eléctricos como lentos y poco prácticos.
Sin embargo, aunque las ventas de vehículos eléctricos están creciendo rápidamente, siguen siendo una pequeña fracción del total mundial. Por el momento, el motor de combustión interna sigue siendo el rey.
Algunos fabricantes también siguen dudando que los autos que funcionan con baterías se convertirán en un segmento importante del mercado. Toyota, por ejemplo, cree que los vehículos de célula de combustible de hidrógeno tienen más potencial final.
Pero ya no es ridículo sugerir que un día, en los salones de automóviles como éste, los autos de gasolina o diesel serán la excepción y no la regla.