La fotógrafa Sasha Leahovcenko viajó dos veces a Chukotka en Siberia para fotografiar tribus remotas cuyos miembros nunca antes habían sido fotografiados.
Leahovcenko dio a los integrantes de la tribu ropa caliente, zapatos y otros regalos a cambio de que le permitieran tomar unas cuantas fotos, que imprimió y les regaló.
El valor de este tipo de fotografías radica en la oportunidad que nos brindan de ver formas de vida desconocidas para muchos de nosotros; trastocando nuestra capacidad de asombro .
Aquí un breve documental del encuentro de Leahovcenko con los Chukotka. Sasha cuenta en el video que les tomó tres días llegar a Siberia por el mal clima y cuando por fin lo lograron tuvieron que viajar 5 horas en carro y 9 horas y media en trineo en un clima de 40 grados bajo cero para llegar hasta el asentamiento de la tribu. Los dedos del fotógrafo se congelaron y nos dice que aún no se recupera pero que jamás se arrepentiría de haber tenido la posibilidad de regalar fotos a aquella cultura remota.
Fuente: (The Wow)