Un ejemplo clásico de que, a veces, menos es más, es el impresionante trabajo del artista estadounidense del tatuaje Matt Matik: lleno de formas geométricas, siluetas y trazos precisos, el artista crea estilizaciones que han llamado la atención de la multitud en San Francisco (California).
Inicialmente involucrado en la música, Matik fue trompetista y sólo descubrió su pasión por los tatuajes hace cinco años, cuando decidió dedicarse a algo completamente diferente.
Sus dibujos son únicamente en blanco y negro y el proceso de creación de Matt une sus habilidades con las referencias e inspiraciones del cliente. Se trata de una asociación artística que implica el intercambio de historias. “Los tatuajes son una marca de la época, un recordatorio permanente de los mejores recuerdos y experiencias que requieren un buen trabajo para mantenerse actuales”, explica el artista a Hypeness.