No solo están relacionados con el aumento de peso y la obesidad.
El consumo de refrescos no solo está relacionado con el aumento de peso y la obesidad. También puede incrementar el riesgo de que uno sufra múltiples enfermedades, según sugieren varios estudios científicos. Aquí algunas razones por las que reducir su ingesta puede ser un gran acierto.
Infarto cerebral
El consumir una gaseosa diariamente puede traer serias complicaciones, entre ellas el sufrir de un accidente cerebrovascular. Según un estudio publicado en la revista American Journal of Clinical Nutrition, las mujeres que toman frecuentemente esta bebida tienen un 83% más posibilidades de presentar este cuadro que las que las evitan.
Depresión
El consumo de gaseosas dietéticas también puede acarrear diferentes problemas. Una investigación desarrollada por el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos encontró que quienes consumen este tipo de bebidas tienen un 31% más de posibilidades de sufrir depresión que quienes las evitan.
Problemas dentales
Al conteneer ácido fosfórico, además de grandes cantidades de azúcar, el ingerir esta bebida puede conducir al desgaste dental, según indica un estudio publicado en el “British Dental Journal”.
Ataque al corazón
Por otro lado, la ingesta diaria de estas bebidas hace que sea un 40% más probable que sufras un ataque al corazón, según señala una investigación publicada en la revista de la Asociación Americana del Corazón. Asimismo, quienes la consumen tienen más posibilidades de sufrir de presión alta.
Diabetes
Cada 330 ml de gaseosa contienen entre seis y diez cucharaditas de azúcar. Por eso no extraña que el ingerirla aumente las posibilidades de sufrir diabetes tipo 2, según confirma un estudio recientemente publicado por la revista “Diabetología”.
Vanguardia, 24 Junio 2013.