Los medicamentos que ya sirven para prevenir el rechazo de un órgano después del trasplante resulta que también pueden ayudar contra el sida. Se trata de una investigación de la Universidad de California, en San Francisco (Estados Unidos) que plantea una nueva estrategia en la lucha contra el VIH y el sida.

El estudio, publicado en American Journal of Transplantation, sugiere que ese tipo de fármacos válidos para evitar rechazo en trasplantados también pueden ser útiles para combatir el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).

A pesar de la efectividad de las terapias antivirales en la supresión de VIH, el virus persiste indefinidamente en niveles bajos en los pacientes infectados que toman sus medicamentos. “Las terapias actuales no logran curar la enfermedad, ya que no atacan los virus que permanecen ocultos en el sistema inmune”, afirma Steven Deeks, director de esta investigación.

Los científicos sospechan que la inflamación en el cuerpo en respuesta a la infección por el VIH/sida puede crear un entorno que respalde esta persistencia viral. De esta forma, Deeks y sus colegas se preguntaron si la terapia inmunosupresora podría reducir esa inflamación y, por lo tanto, ayudar a derrotar el VIH.

La inflamación que causa el VIH

Para investigarlo, el equipo analizó cómo la infección por VIH se ve afectada por los inmunosupresores que son comúnmente tomados por los receptores de trasplante de riñón para reducir el riesgo de rechazo. El análisis incluyó a 91 individuos que fueron seguidos durante una media de 3,2 años después del trasplante.

Cuando los científicos analizaron muestras de sangre de los participantes, encontraron que el VIH se mantuvo bien controlado tras la exposición a largo plazo a los fármacos inmunosupresores. Además, los pacientes que tomaron un inmunosupresor particular llamado sirolimus como parte de su régimen de tratamiento tenían menos células en su sangre infectadas con el VIH a lo largo del tiempo.

Los hallazgos sugieren que los fármacos inmunosupresores como sirolimus pueden afectar al nivel de persistencia del VIH. En base a las observaciones de este estudio, los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) están patrocinando un estudio específico para ver si el sirolimus podría contribuir a la cura de la infección por el VIH, anuncia Deeks.

“Nuestro estudio pone de relieve las sinergias potenciales que pueden producirse cuando dos disciplinas muy diferentes unen sus talentos y recursos. Creemos que la comunidad de trasplantes tiene mucho que enseñar a la comunidad del VIH sobre el papel potencial de fuertes medicamentos inmunodepresores en la curación de la enfermedad del VIH”, explica Deeks.