Miles de flores y plantas individuales cultivadas en el jardín de Meggan Joy en Seattle forman los contornos de sus figuras etéreas. La artista (anteriormente) realiza collages con fotografías perfectamente recortadas de cada espécimen en siluetas exuberantes de color y textura.
En su serie más reciente titulada Fever Dream, Joy se inspira en el miedo, la pérdida y el inmenso potencial de dolor. “Wide and Wild”, por ejemplo, muestra a una mujer acunando un búho real euroasiático cerca de su corazón. “Es una pieza para cuando encuentras a tu persona (ya sea un amante, amigo, hijos, lo que sea), y una vez que la tienes, sabes que si ella desaparece de alguna manera, tú también te irás”, comparte la artista en una declaración.
Otras obras se relacionan con malas decisiones que generan experiencias positivas y cómo los lazos eternos requieren paciencia y comprensión. Cada obra, comparte Meggan Joy, “susurra los componentes de las historias que nos pusieron a prueba y, en lugar de condenar nuestras fallas, revelan que esos momentos nos dejaron las cicatrices más emocionantes.”
Publicado por Othón Vélez O’Brien.