A muchas personas tan sólo con entrar a un consultorio, sentir el olor a guantes de látex y escuchar a lo lejos el sonido de un taladro odontológico ya les tiemblan las piernas. La fobia al dentista es algo real y afecta a muchos. ¿La razón? Miedo al dolor que pudieran llegar a sentir y escalofríos que llegan al ver las agujas y herramientas que entran a la boca.
La odontofobia, o fobia al dentista, es una realidad que no es fácil de superar por las personas que la sufren, y que se produce por diferentes razones que pueden permanecer por años, e incluso por toda la vida, si no se recibe un tratamiento especial por parte del dentista.
Este miedo daña la calidad de vida de las personas, su autoestima, vida personal, social y laboral, pero actualmente existen diversos métodos para tratar este mal, lo que permite superar los miedos de los pacientes y lograr que acudan a sus citas médicas sin mayores problemas.
“Lo principal es reconocer que se sufre el problema y luego enfrentarlo. Si no se enfrenta se puede mantener por años y todo esto implica un deterioro de la salud bucal”, explica Andrés Trujillo, dentista de la clínica Dental Aesthetic Group.
Algunas veces la fobia al dentista se produce por malas experiencias en tratamientos dentales, lo que puede desencadenar esta conducta y hacer que las personas crean que el tratamiento va a doler, lo que produce estructuras mentales y emocionales que les hace difícil cambiar su conducta. Otra forma de comenzar el miedo es por imitación, “por ejemplo, muchos adultos vienen con sus hijos o niños más pequeños, que escuchan el ruido de las máquinas y los comentarios de los pacientes, por lo que se va creando un miedo anticipado”, comenta el doctor Trujillo.
Como la odontofobia es un problema solucionable, el odontólogo señala 5 cosas que pueden ayudar a que las personas pierdan el miedo y mejoren su salud, tanto bucal como mental:
1. Actualmente los dentistas escuchan más a sus pacientes. Por lo mismo han aplicado técnicas sin dolor a través de un buen manejo anestésico y farmacológico, tratando de dar una atención cada día más personalizada.
2. Existen opciones calmantes. “Para vencer esta fobia, los especialistas tenemos varios caminos para ayudar a los pacientes. En mi caso, al atender entrego la opción de que utilicen lentes relajantes, que con temperatura masajean la sien. También contamos con lentes de aromaterapia que mezclan diversas hierbas tranquilizantes, que reducen la hinchazón e inflamación alrededor de los ojos y alivian dolores de cabeza leves que se pueden producir por la tensión al momento de ser atendidos. Además, damos la opción de toallas calientes aromatizadas, que evitan la resequedad de la piel alrededor de la boca en los tratamientos donde esta se mantiene abierta por mucho tiempo”, cuenta el dentista Andrés Trujillo.
3. Es mejor contarle al doctor lo que sucede. Otra manera de poder recibir la ayuda necesaria, es contar a su doctor que tiene miedo, así podrán trabajar en conjunto para recibir un buen y tranquilo tratamiento.
4. El umbral del dolor es distinto en cada individuo. Hay personas que se dejan llevar por comentarios de amigos o la sociedad en general, lo que provoca el miedo anticipado, “cada uno tiene un umbral del dolor distinto, además de percibir de diversas maneras las situaciones cotidianas, por eso las experiencias ajenas no deben ser escuchadas como una guía y preparación”, aconseja el odontólogo de Dental Aesthetic Group.
5. Intenta el camino de la superación del miedo y luego la sedación. “Siempre se comentan los contra de la anestesia, que duerme la boca entera, que cuesta comer, tragar e incluso hablar, pero ahora existen anestesias locales, por ejemplo, en nuestra clínica trabajamos con un equipo de anestesia computarizada STA, lo que permite adormecer sólo la pieza a tratar”, explica el doctor Trujillo.
Con información de BBCH