Las luces de calle de LED son buenas para el medio ambiente, brindan más luz con mayor eficiencia, así que no debería ser sorprendente que muchas ciudades alrededor del mundo están cambiando sus faros por estas luces.
Por muchas razones no deberíamos de quejarnos por esto, sin embargo, un grupo de científicos en Madrid estuvieron documentando fotos tomadas de ciudades desde el espacio y notaron un efecto secundario preocupante de ese cambios de luces: la contaminación luminosa.
Un estudio reciente muestra como una tercera parte de los habitantes de la Tierra no pueden ver la Vía Láctea en el cielo debido a la contaminación luminosa, pero no es la única preocupación. Este video nos muestra algunos de los efectos preocupantes que conllevaría esta tendencia si continúa a crecer.
También se cree que podría alterar los ecosistemas de animales nocturnos y afectar sus ciclos de sueño al igual que los nuestros.
Se estima que para el 2020, el 70% de la iluminación será con luces LED.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.