Los niños pueden traernos mucha alegría, pero son mucho más que simples masas adorables de felicidad. También pueden ser irritantes, frustrantes, endurecedores, vergonzosos o simplemente tontos.
Aún los amamos, pero a veces no puedes evitar reirte de ellos, como todos estos niños aquí: o
Publicado por Othón Vélez O’Brien.