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Los bancos están bajo escrutinio por las jornadas laborales extremas a las que se somete a los pasantes luego de la repentina muerte de un becario que pone bajo la lupa la cultura laboral.

El banco confirmó que Moritz Erhardt colapsó y murió la semana pasada en un alojamiento alquilado en el este de Londres.

De acuerdo con los empleados que conversaban en el foro de Internet Wall Street Oasis, Erhardt había trabajado hasta las seis de la mañana durante tres días consecutivos.

Aunque no se ha establecido una relación directa, la muerte del estudiante alemán de Negocios ha llamado la atención sobre los agotadores horarios de trabajo que soportan los pasantes que pretenden impresionar a los jefes y competir entre sí.

Las pasantías como la de Erhardt ofrecen una remuneración de alrededor de 45,000 libras esterlinas (880,000 pesos) al año; la competencia es feroz ya que el desempleo entre los jóvenes en Europa alcanzó un nivel récord al llegar al 23% en 2012.

Un vocero de BAML dijo que el banco estaba “impactado y entristecido” por la noticia. El vocero declinó hacer comentarios acerca de los reportes no confirmados de que Erhard tenía epilepsia.

El profesor de la Escuela Cass de Negocios, Andre Spicer, dijo a CNN que los pasantes trabajan largas jornadas para demostrar a los posibles empleadores que están comprometidos y no para ser productivos.

“Las verdaderas razones son culturales. Se considera que trabajar toda la noche es un rito iniciático”, dijo Spicer. “Demuestra que un pasante está dispuesto a llegar más allá de cualquier límite razonable en el trabajo… Si las grandes empresas esperan ser sostenibles y atractivas para los empleados, tienen que combatir la cultura de los horarios extremos”, dijo.

Según el banco, a todos los pasantes de BAML se les asigna un “compañero” y algunos tienen un agente de contratación cuya labor es distribuir el trabajo entre el grupo para garantizar que sea manejable.

Katerina Rudiger, directora de la campaña de aptitudes y políticas del Instituto Colegiado de Personal y Desarrollo, dijo a CNN que los empleadores intentan que las pasantías sean una experiencia positiva para los jóvenes. Se debe mantener el equilibrio, dijo, para garantizar que no se sobrecargue a los pasantes.

Rudiger dijo: “Los jóvenes realmente se ven en dificultades para entrar al mercado y pueden estar muy desesperados… por poner un pie en la escalera laboral y están dispuestos a hacer lo que sea necesario. En algunos casos eso puede ser demasiado”.

Rudiger agregó: “Otro problema es que muchos jóvenes no han experimentado un lugar de trabajo, por lo que desconocen las reglas y lo que se espera de ellos. No desafían a sus empleadores”.

Cuando murió, Erhardt estaba en la sexta semana de una pasantía de siete. Desde entonces, se ha dicho a los pasantes de Bank of America que pueden abandonar antes el programa sin que sus oportunidades laborales futuras se vean afectadas.

Dillon Khan, quien escribió el libro The Intern (el pasante), dijo a CNN que el intenso escrutinio que rodea a las pasantías, particularmente en Reino Unido, está obligando a las empresas a tener más cuidado cuando empleen a personas jóvenes.

“El que una organización de renombre no cumpla con su deber con los pasantes es la clase de noticia que llamará la atención rápidamente. Las organizaciones están muy conscientes de esas cosas porque no quieren tener mala reputación”, agregó.

Erhardt, quien había completado pasantías en varios bancos más, se hospedaba en un departamento de la planta baja de Claredale House, un edificio de cuatro pisos conocido como “el bloque de los banqueros” porque se sabía que durante el verano albergaba a pasantes.

Respecto a Erhardt, el vocero de BAML dijo: “Era popular entre sus compañeros y era un pasante muy diligente en nuestra empresa, tenía un futuro prometedor. Dirigimos nuestros primeros pensamientos a su familia y les ofrecemos nuestras condolencias en estos momentos difíciles”.

CNN