Durante más de 20 años, Lillian Boyd ha sufrido de ceguera. Un día, de repente, empezó a ver cosas.

Para ella fue una sorpresa ver cómo en su casa aparecían dos perros negros labradores y mucho más cuando empezó a ver a niñas en hermosos vestidos y a un hombre que no reconocía.

Con 86 años, su primera reacción fue de miedo. Temía que si le comentaba a alguien lo que le sucedía la gente iba a pensar que se estaba volviendo loca.

“Estaba aterrorizada de llamar al doctor, porque creía que él pensaría que a mi edad tenía demencia”, cuenta.

Lo que tenía era otra cosa, el síndrome de Charles Bonnet (CBS, por sus siglas en inglés), una enfermedad que se desarrolla en pacientes con ceguera y que tiene poco que ver con problemas psiquiátricos.

Estas alucinaciones no hacen ruido y tampoco las puedes sentir, pero pueden ser un espectáculo convincente.

“No lo puedes describir muy bien, es una cosa horrible”, explica Boyd.

“He tenido caballos, una vaca, hombres. Y cuando intentas levantarte y caminar, a pesar de que esto está sólo en tu vista, no te puedes mover, porque crees que te vas a tropezar con ellos”.

“De cierta forma son reales, pero cuando les echas una buena mirada, sencillamente no sé cómo, pero no puedo tener una palabra que los describa. Son irreales y al mismo tiempo allí están, parecen reales”.

Boyd añade que a menudo estos huéspedes no invitados “se quedan todo el día” y no son bienvenidos.

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[sws_blockquote align=”right” alignment=”alignright” cite=”” quotestyles=”style02″]Síndrome de Charles Bonnet
* Síndrome de Charles Bonnet (CBS) es el nombre que se le da a las alucinaciones que experimentan algunas personas como resultado de la enfermedad de los ojos.
* La gente tiende a ver imágenes detalladas y vívidas, como elementos decorativos y personas en vestidos elaborados
* La gente con CBS no confunden sus visiones con la realidad
* Las alucinaciones no cuentan con las personas u objetos que son de particular importancia para el paciente
* Las imágenes se mueven, pero no hacen ningún sonido ni tienen otras cualidades sensoriales, ya que la condición sólo se relaciona con la vista. [/sws_blockquote]
[sws_yellow_box box_size=”350″] “Imágenes rarísimas” [/sws_yellow_box]

Este síndrome aparece en personas cuya visión se ha deteriorado, cuando partes del cerebro asociadas con la vista empiezan a crear sus propias imágenes, hambrientas de estímulos del nervio óptico.

Según el doctor Dominic Ffytche, del Instituto de Psiquiatría del King’s College de Londres y experto en CBS, hay más casos de los que se sabe debido a que la gente es reacia a admitir que tiene alucinaciones.

A la señora Boyd le tomó un par de semanas antes de decidirse a hablar sobre lo que le estaba pasando.

Afortunadamente, su doctor ya había lidiado con esta enfermedad y pudo asegurarle que las alucinaciones no eran psicológicas.

“Mencionó Charles Bonnet y dijo que lo había investigado porque su padre lo tuvo”, comenta Boyd.

Ffytche explica que hay varias formas para diferenciar el CBS de las alucinaciones causadas por problemas psicológicos.

“Las alucinaciones producidas por una enfermedad de la vista tienden a ser muy detalladas, con patrones y personas con trajes elaborados. Son imágenes rarísimas”.

“La gente no lo confunde con la realidad y no ven a personas que puedan reconocer”, agrega el médico, quien aclaró que los estudios sobre esta enfermedad evolucionan constantemente.

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[sws_yellow_box box_size=”700″]”Alivio maravilloso” [/sws_yellow_box]

“Lo que todavía no sabemos es la razón por la que algunos nunca la tienen”, señala Ffytche. “La última investigación sugiere que se podría deber a la forma en que el cerebro hace las conexiones”.

“Podría ser que tu cerebro se está adaptando mejor a la pérdida de la visión si tienes alucinaciones”.

No hay una cura consistente para el CBS, pero fármacos usados para otras enfermedades, como la epilepsia, la demencia y la esquizofrenia, han funcionado en algunos pacientes.

Ffytche cree que ahora hay más conocimiento de esta enfermedad. “Antes nadie sabía al respecto y ahora eso está cambiando”.

Un estudio realizado por este especialista y colegas descubrió que en el 20% de los casos la gente disfrutaba viendo las imágenes, la mitad de quienes lo padecen se muestran neutrales y un 30% lo encuentra desagradable.

Las alucinaciones de Boyd, que la han visitado durante nueve meses, definitivamente caen en la categoría del último grupo.

No obstante, asegura que ahora se siente mejor que sabe que estas visiones no son un síntoma de demencia, pero todavía las describe como “inquietante”.

Por suerte, recientemente ha tenido un respiro. “No he tenido ninguna en los últimos dos días y doy las gracias por ello. Ha sido un alivio maravilloso el que no estén allí”.

BBC