Por: Mariela Gómez M.

Los murales han sido parte de las expresiones artísticas mexicanas desde la  Época Prehispánica, los podemos ver todavía en Cholula, Teotihuacan, Cacaxtla y Bonampak. Los gobernantes  los utilizaban para comunicar aquellas ideas religiosas, políticas e ideológicas a las masas.

Después de la Revolución resurgió una nueva etapa del muralismo, la más representativa y conocida, encabezada por David Alfaro Siqueiros, Diego Rivera y José Clemente Orozco; el gobierno de Álvaro Obregón  y con José Vasconcelos como Secretario de Educación apoyaron al muralismo como una forma de transmitir a la población los principios modernos, la creación de un arte nacional y la formación de la identidad mexicana. Revaloraron a la población indígena y a los artesanos.

Los muralistas pintaron el nuevo mundo: el Capitalismo, la tecnología, las nuevas teorías (como la Teoría de la Evolución), el Socialismo y la represión de la clase baja. Retomaron el pasado prehispánico, la cultura indígena, la Independencia, la Revolución. También le dieron nueva importancia a nuestro paisaje. Pero con los cambios de administración el apoyo fue disminuyendo.

El Muralismo mexicano fue una de nuestras grandes expresiones plásticas, reconocida internacionalmente ¿dónde se encuentra el muralismo hoy? Es underground.  Lo podemos ver en las calles, a lo largo de todo el país, en la frontera, como forma de expresión aislada, de esfuerzos individuales, con materiales de dudosa calidad (lo que resulta en obras efímeras). Algunos intentan reflejar las luchas sociales, la crítica al poder, el sentido de pertenencia y la búsqueda de identidad.

“Es una de las formas del arte público que permiten a los artistas visuales realizarse mejor, al establecer una amplia relación y comunicación con el conjunto de la sociedad. Con altas y bajas, se sigue haciendo pintura mural en nuestro país…” señaló José Hernández Delgadillo, muralista. (1)

Sin embargo a estas expresiones, aparte de los recursos económicos, les falta algo muy importante: técnica. ¿Por qué no hemos desarrollado una escuela de muralismo? ¿Por qué  ha sido olvidado por parte del Estado como propuesta para crear identidad, comunicación y difundir el arte con el resto de la población?

Los muralistas de principios del siglo XX  fueron perseguidos y criticados por sus ideas políticas; su arte era contestatario. El muralismo actual es de las calles, junto con otras expresiones artísticas hechas en la clandestinidad: sin explicaciones ni teorías, sin permiso ni apoyo gubernamental, algunos sí intentan denunciar abusos y retratar injusticias, pero con tal falta de calidad plástica que no tienen mayor injerencia en la sociedad actual. Nuestro muralismo underground se queda sólo como una expresión marginal.

(1) “José Hernández Delgadillo Muralista Mexicano 1927-2000”en El Nacional, México 24 de abril 1995.

Fuentes:

http://encontrarte.aporrea.org/expo/e6.html

http://www.informador.com.mx/cultura/2010/194567/6/el-arte-contemporaneo-actual-ha-denostado-al-movimiento-muralista.htm

http://www.cronica.com.mx/notas/2012/618768.html