Nadal, US Open

NUEVA YORK — En el inicio de los cuartos de final de la rama masculina del Abierto de los Estados Unidos, el español Rafael Nadal, segundo favorito, derrotó con contundencia a su compatriota Tommy Robredo (6-0, 6-2 y 6-2) y ahora irá por el francés Richard Gasquet, octavo cabeza de serie, que dejó en el camino al también ibérico David Ferrer (4°) en cinco sets (6-3, 6-1, 4-6, 2-6 y 6-3).

No sólo no se pudo llevar a cabo el duelo entre Nadal y Federer, algo inédito para el US Open, sino que tampoco se llegó a plantear como un partido el cruce entre el número dos del mundo y Robredo, verdugo del suizo en octavos de final. Fue todo, de punta a punta, del mallorquín.

Nadal vio la falta de confianza de Robredo en los primeros puntos del choque y lo exprimió al máximo. El exnúmero uno del mundo hacía explotar su derecha, sacaba del eje a su rival, manejaba los hilos de lado a lado y lograba grandes dividendos ante el 19° preclasificado, que, para colmo, sufría muchísimo con su servicio y fallaba más de la cuenta desde el fondo.

El mallorquín, así, sacó la primera distancia en 22 minutos. Inapelable 6-0, perdiendo apenas cinco puntos, con tres errores no forzados y un ace de Robredo.

Nadal estuvo lejos de frenar su marcha en el segundo set. Rápidamente logró un nuevo quiebre y se puso 2-0. Las distancias ya parecían decisivas. Es cierto que Tommy esbozó una pequeña recuperación, pero Rafa no bien calibró la puntería (tuvo siete errores no forzados en el set) volvió a separarse en el marcador.

Robredo, parado muy atrás de la línea de base y dejando tiros cortos, terminó siendo una presa sencilla para Nadal, que estampó el 6-2 en otros 39 minutos de juego.

En el inicio del tercer set sí hubo un interesante intercambio de golpes. Si bien el mallorquín siguió siendo el claro dominador, Tommy dio un poco más de lucha parándose unos metros más adelante -pegando varias veces de sobrepique, sobre todo de revés-. No obstante, el equilibrio se rompió en el quinto game, con un nuevo quiebre.

Nadal continuó firme con su saque. Muy firme. Aún no lo perdió en todo el Abierto de Estados Unidos. Y tampoco lo hizo ante Robredo. Como debía ser, lo cerró con su servicio, luego de una hora y 40 minutos. Ahora va por Gasquet, a quien domina 10-0 en los choques previos. Pero ésa será otra historia.

Y un fiel reflejo de esas suposiciones se dio horas antes, en las que poco importaron los antecedentes. Gasquet olvidó por completo el 1-8 en duelos personales ante Ferrer -incluida una derrota en sets corridos acá mismo en 2012- y su debut en cuartos de final en Nueva York. Jugó un tenis de alto vuelo y se impuso por 6-3, 6-1, 4-6, 2-6 y 6-3 para firmar su pase a semifinales del US Open.

Los primeros dos sets mostraron al francés en un nivel superlativo. Sus ángulos y su estético revés hicieron estragos en el Arthur Ashe. Y poco a poco fueron derrumbando al español, que se veía desbordado por la potencia de su rival.

Gasquet aprovechó mejor su momento en el primer set. Un quiebre -sobre cuatro oportunidades- le dio el 6-3 inicial en 37 minutos. Luego, sí, un verdadero vendaval. El galo, octavo cabeza de serie, hizo todo bien en la siguiente media hora de juego. Tres roturas y el casi el doble de puntos ganados (30 a 17) graficaron un inapelable 6-1.

El francés parecía tener todo bajo control. Se subía al juego de Ferrer, no se apuraba en sus decisiones y sólo aceleraba la bola cuando estaba cómodo. Una combinación que asombrosamente ponía de rodillas al cuarto preclasificado.

Pero como era de esperar, el español sacó a relucir su alma de luchador y dio pelea. Aprovechó que Gasquet bajó un poco la intensidad y pasó a ser el jugador más agresivo de la cancha. Su derecha comenzó a correr con mayor velocidad y empezó a hacer daño.

Ferrer pudo hacer pesar su devolución, se encontró con algunos errores no forzados de su oponente y se quedó con el tercer set por un cerrado 6-4 en 49 minutos de acción.

Y hubo más, porque el español volvió a quebrar -por tercera vez en el partido- en el inicio del cuarto set y tomó buena posición de cara a la continuidad del duelo. Y lo afirmó en un sexto game estupendo, que duró más de 10 minutos y en el que tuvo que lidiar con un brillante Gasquet. De ahí, puro envión. Directo al quinto set.

Poco a poco el francés fue recuperando el ritmo que supo tener en el inicio del match. Volvieron sus punzantes impactos y, más importante aún, su pragmatismo. Tuvo una chance para quebrar y no la dejó pasar. Se puso 4-2, soportó la presión de Ferrer y terminó cerrándolo, con maestría, por 6-3.

Gasquet, de esta manera, se clasificó por primera vez en su carrera a las semifinales del Abierto de Estados Unidos; y por segunda ocasión en un Grand Slam, luego de haber estado entre los cuatro mejores en Wimbledon 2007. Viene de dos duras batallas, ante el canadiense Milos Raonic y frente a Ferrer, pero promete pelea ante Nadal.

ESPN