Yemen, matrimonio, niña, menores, Nada Al-Ahdal

Una niña yemení mira desafiante a la cámara. Su pregunta conmociona, pues ella solo tiene 11 años:

“¿Te haría feliz casarte conmigo?”, pregunta Nada Al-Ahdal.

En el video de casi dos minutos y medio, que fue subido a YouTube y rápidamente ganó popularidad, Nada acusa a sus familiares de intentar casarla a cambio de dinero. Ella explica que no quiere ser una de las niñas novias de Yemen.

“La muerte sería una mejor opción para mí”, afirma.

Nada también habla a nombre de otras niñas yemeníes: “¿Qué pasa con la inocencia de la infancia? ¿Qué han hecho tan mal las niñas para que se casen con ellas de esta manera?”.

El video, que ha sido visto por millones de personas alrededor del mundo, ha puesto un reflector en el tema de los matrimonios infantiles en Yemen.

También convirtió a Nada en una sensación de internet, aunque han surgido preguntas: ¿Qué pasó con su caso? ¿Realmente estaba siendo presionada para que se casara?

Los familiares de Nada han dicho repetidamente que no tienen intención de casarla, mientras que Seyaj, una de las principales organizaciones que abogan por los derechos de los niños en Yemen, cree que algunas partes de la historia de Nada fueron fabricadas.

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[sws_blue_box box_size=”700″] Nada habla con CNN [/sws_blue_box]

CNN encontró a Nada unas semanas después de que se dio a conocer el video. Ella vive con su tío en Sanaa.

La niña afirma que no solo huyó de su pueblo natal de Hodeida y de su familia. “Huí del matrimonio”, afirma. “Huí de la ignorancia. Huí de ser comprada y vendida”.

Relajada y feliz, Nada mostró páginas de internet donde se le muestra cantando y habló del grupo musical al cual pertenece, algo inusual para el generalmente conservador y rural Yemen.

Nada dice que pidió a un amigo que hiciera el video de YouTube para poder decirle al mundo lo duro que es ser niña en Yemen.

“Preferiría suicidarme antes que comprometerme”, dice.

Días después, el ministerio del Interior de Yemen, junto con la organización Seyaj, tomaron a Nada de la casa de su tío y la llevaron a un refugio para mujeres. La niña fue puesta bajo custodia legal de Ramzia Al-Eryani, una de las principales activistas a favor de los derechos humanos del país, mientras se resolvía su caso.

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[sws_blue_box box_size=”700″]El reencuentro con sus padres [/sws_blue_box]

El fin del drama ocurrió la semana pasada y CNN obtuvo acceso exclusivo mientras ambas partes se enfrentaban:

Antes de que Nada entrara a una habitación, Al-Eryani habló con sus padres y con su tío.

“Si la aman, salven su niñez. Ustedes son adultos, saben qué es lo mejor para ella, pero necesitamos proteger a esta niña”, dijo Al-Eryani.

Nada entró a la habitación poco después y enfrentó a sus parientes; entonces surgieron alegatos de que había inventado parte de su historia.

En cierto momento, la niña preguntó a Al-Eryani: “¿Por qué les cree a ellos y no a mí?”

“No me importa que sea lo mejor para la madre o el padre o el tío”, explicó después Al-Eryani, “solo lo que es mejor para la niña”.

Pero es difícil conocer la verdad.

En un momento extraordinario durante la reunión, Nada pidió algo que pocos esperaban.

“En el campo no hay clases de inglés, no hay clases de computación”, afirmó, al hablar sobre su pueblo natal. “Por favor déjenme quedarme en Sanaa y estudiar aquí”.

Todo lo que quiere, aparentemente, es una oportunidad para tener una mejor vida.

Y al parecer podría conseguirlo: al final de la reunión, se llegó a un acuerdo. Toda la familia, incluido el tío, se mudarán a la casa de otro familiar en Sanaa, para ver si pueden llegar a un acuerdo todos juntos.

CNN