Gracias a la ayuda de la fundación Make a Wish que se encarga de cumplirle un gran deseo a aquellos niños que pasan por enfermedades terribles, una pequeña estadounidense pudo cumplir su sueño de convertirse en una estrella del pop por un día grabando su propio video de la canción Roar de Katy Perry.

La pequeña Addy de 5 años superó un cáncer de riñón y a la hora de celebrarlo lo hizo convirtiéndose en una estrella; utilizó sus ensayos de canto y baile como una terapia durante sus tratamientos de quimioterapia y radiación, lo cual la ayudó a mantener su espíritu más vivo y alegre.

En el video Addy es acompañada por sus amigos de la escuela y sus peluches favoritos.