Científicos estadounidenses descubieron un material magnético altamente sensible que podría transformar a los discos duros de las computadoras y los dispositivos de almacenamiento de energía.
Este compuesto –una capa doble de metal- necesita sólo un pequeño cambio en la temperatura para alterar radicalmente su magnetismo, una propiedad extremadamente útil en la ingeniería electrónica.
“Ningún otro material conocido por el hombre puede hacer esto. Es de un gran efecto. Y podemos utilizar técnicas de ingeniería”, explicó uno de los científicos, Ivan Schuller, de la Universidad de California en San Diego.
Schuller presentó sus hallazgos en la reunión de la Sociedad Física de Estados Unidos, en Denver.
El material combina capas delgadas de níquel y óxido de vanadio, creando una estructura que sorprende por su sensibilidad al calor.
“El magnetismo se puede controlar sólo en un estrecho rango de temperatura, sin aplicar un campo magnético. Y, en principio, también podríamos controlarlo con voltaje o corriente”, dijo el profesor Schuller.
“A bajas temperaturas, el óxido es un aislante. A altas temperaturas es un metal. Y en el medio se convierte en un material extraño”, añadió.
Aunque es demasiado pronto para decir exactamente cómo se va a utilizar, Schuller ve una oportunidad obvia en los sistemas de memoria de las computadoras.
Potencial
“Un problema con la memoria magnética es la reversibilidad: precisamos que sea reversible, pero también estable.
“Los mejores sistemas de hoy son asistidos por el calor, pero utilizan rayos láser, que necesitan una gran cantidad de calor. Pero con este nuevo material, apenas hay que calentarlo 20 grados (Kelvin) para conseguir un cambio de cinco veces en coercitividad (resistencia magnética)”, afirmó en la conferencia.
Otro uso potencial es en las redes eléctricas. Schuller prevé un nuevo tipo de transformador que puede hacer frente a picos de tensión, como cuando cae un rayo o hay un aumento súbito de la tensión.
Pero subraya que los nuevos fenómenos, como la forma en la que opera el nuevo material, a menudo conducen a tecnologías totalmente inesperadas.
Dio el ejemplo de la magnetorresistencia gigante, un descubrimiento que redujo radicalmente el tamaño de los discos duros en los dispositivos digitales y obtuvo el premio Nobel de Física en 2007.
“Sin ella, esas computadoras en las que ustedes están escribiendo no funcionarían”, dijo en la reunión.
“Así que si queremos descubrir la próxima tecnología transformadora, este es el tipo de investigación que debemos hacer. No sabemos todavía cuál es la mejor forma de aplicarla”, agregó.
“No estoy diciendo que esto vaya a resolver la crisis energética del mundo, pero es sin duda nos va a ayudar”, vaticinó.