El rodillo de pelusas, es ligero, pegajoso y siempre es bueno tener uno ya que facilita mucho quitarte pelusas de la ropa sin tener que sacar la aspiradora. Pero te sorprendería cuántos más usos prácticos le puedes dar además de recoger pelusa de tu ropa o tus muebles:

1. En toallas peludas

Si notas que se levantan mucho la tela de tus toallas, usa el rodillo para hacer que se vea mejor cuidado.

2.  En tu estereo

El rodillo es perfecto para quitar el polvo de tus bocinas sin maltratarlas.

3. En una lámpara

Quita el polvo de diario de tus lámparas fácilmente sin terminar levantando el polvo que termina en otras partes.

4.  Para tu bolso

Cuando encuentras tierra, arena o migajas dentro de tu bolso, el rodillo te ayudará a quitarlo todo sin esfuerzo.

5. Recoge vidrio roto

Evita cortarte los dedos con pequeños fragmentos de vidrio usando un rodillo pegajoso en lugar de tus manos o tener que ir por una escoba y un recogedor.

6.  Cuando estés haciendo manualidades

Estos rodillos son excelentes para recoger brillantina, pedacitos de papel y cualquier otro desastre típico de proyectos caseros. También lo puedes convertir en un sello rodante.

7. Atrapa bichos molestos

¿No te gusta usar las manos para agarrar o matar bichos? Los puedes recoger con el rodillo y simplemente botas la tira adhesiva a la basura.

8. En tu auto

Cuando encuentras polvo en el interior de tu coche, no tienes que sacar la aspiradora hasta tu estacionamiento. Un rodillo de pelusas es una solución fácil y cabe en más lugares que tu aspiradora, seguramente.

9. En animales de peluche

Entre lavadas, puedes hacer que permanezcan limpios por más tiempo los peluches de tus hijos con unas pasadas de este rodillo.

10. Para coser

Alfileres perdidos, hilos errantes y pequeños botones no volverán a eludir tus dedos con un rodillo pegajoso.

11. Antes de pintar una pared

Pasa el rodillo pegajoso unas cuantas veces por el rodillo para pintar antes de poner cualquier pintura. De esta manera quitas cualquier fibra suelta que podría arruinar el acabado de tu pared.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.