En el hospital de Yan Chai en Hong Kong, Ryan Au usó los pulmones de un cerdo para probar el efecto que tienen sólo 60 cigarros en el tejido orgánico
Ryan Au tomó dos pulmones sanos de cerdo (similares a los pulmones humanos) y mediante un aparato hizo que uno de los órganos ‘inhalara’ aire, mientras que el otro se ‘fumó’ 60 cigarrillos.
En las imágenes se aprecia como al pulmón fumador de un color amarillento y pálido por fuera. Por dentro el panorama fue mucho peor, en la tráquea se veía manchada de negro, como si se hubiera quemado.