El Papa pidió a los líderes del G-8 intervenir por un cese al fuego inmediato en Siria, país que lleva dos años envuelto en una sangrienta guerra civil con un saldo aproximado de cien mil muertos.

El máximo líder de la Iglesia católica llamó el día de hoy al grupo de las ocho naciones más importantes en materia económica, militar y política (G-8), ha luchar por un cese al fuego duradero en Siria, mediante mecanismos de negociación que permitan conciliar a las dos partes antagónicas.

El papa Francisco realizó la petición a través de una extensa carta dirigida al primer ministro británico, David Cameron, quien acoge la reunión del G-8 en Reino Unido. El contenido de la carta fue dado a conocer este día por la sala de prensa del Vaticano, reportó el diario El Universal.

La carta fue una respuesta al documento que el Papa Francisco recibiese el 5 de junio, en el cual Cameron informaba la agenda británica para la presidencia de la cumbre del G-8 quese celebrará el 17 y 18 de junio en Lough Erne, Irlanda del Norte.

“Por desgracia la preocupación por las graves crisis internacionales no deja jamás las deliberaciones del G-8 y este año no se podrá no considerar con atención la situación del Medio Oriente y particularmente en Siria”, señaló Papa Francisco en su carta.

Bergoglio indicó que la paz es un requisito indispensable para la protección de las mujeres, niños y demas víctimas inocentes. A su vez, destacó que es un elemento primordial para la erradicación del hambre, pobreza y maltrato.

De la misma forma, también realizó reflexiones sobre la crisis económica que golpea intensamente al continente europeo y declaró que la economía pierde completamente su sentido cuando no pone en el centro al hombre, con especial atención a la solidaridad con los más necesitados.

[sws_blockquote_endquote align=”” cite=”” quotestyle=”style03″]El dinero y los otros medios políticos y económicos deben servir y no gobernar, teniendo en cuenta que la solidaridad gratuita y desinteresada es, en modo aparentemente paradójico, la llave del buen funcionamiento económico global, sentenció. [/sws_blockquote_endquote]

En su carta, Francisco concluyó que el hombre no es un factor económico más, sino que tiene una naturaleza y una dignidad no reducibles a simples cálculos económicos. Por ello, recalcó que la preocupación por el bienestar básico material y espiritual de cada ser humano es el punto de partida de toda solución política y económica, y la medida última de su sustentabilidad.

Sexenio, 16 Junio 2013.