Existe cierto afán humano de crear listas cerradas para prestigiar los elementos que las componen, pero esa actitud convive con la eterna necesidad de completar esas catalogaciones con suplentes de lujo. Algunas veces las ampliaciones obtienen una aceptación generalizada y otras, dan lugar a debates infinitos. El cuarto poder(otorgado unánimemente a la prensa); el séptimo arte (concedido al cine sin demasiada polémica); el sexto sentido (no hay candidatos aparte del instinto); la octava maravilla del mundo (la Alhambra de Granada por siempre para los españoles, digan lo que digan las votaciones por internet); el quinto Beatle (… espere un momento).
Varias personas han sido nombradas, en distintos ámbitos y por méritos diferentes, como el ‘Quinto Elemento’ del cuarteto británico que, posiblemente, provocó el fenómeno musical más grande del siglo XX (aunque esta jerarquía también da para mucho debate). Neil Aspinall, asistente personal y road manager del grupo; Derek Taylor, periodista encargado de las relaciones con la prensa y que formó parte del círculo de confianza de los artistas; Pete Best, batería original antes de la incorporación de Ringo Starr; Stuart Sutcliffe, bajista que abandonó el entonces quinteto en los orígenes de su historia; George Martin, productor musical y arreglista de muchas de las grabaciones de la banda… La lista podría ser más amplia, peroPaul McCartney disipó toda duda en 1999: “Si alguien fue el Quinto Beatle ese fue Brian”.
Brian Epstein (1934-1967) fue el manager de The Beatles desde 1961, cuando los descubrió tocando en un húmedo sótano de Liverpool, hasta su prematura muerte con 32 años. Durante esos seis años consiguió catapultarlos a una fama mundial sin precedentes y convertirlos en un fenómeno de masas sin el que no se entendería la evolución cultural y social vivida en la segunda mitad del siglo XX. Él moldeó su estilo y su imagen pública, y los guió por el difícil camino de la industria musical con una fe y un compromiso irreductibles. Su trágico fallecimiento marcó el inicio de la disolución de la banda.John Lennon lo dejó claro en 1970: “Entonces supe que nos habíamos metido en un lío. No me hacía ilusiones sobre nuestra capacidad para hacer algo que no fuera tocar música, y tenía miedo. [Cuando Brian murió] pensé: la hemos jodido”.
El cómic El Quinto Beatle (editado en España por PANINI) recorre los seis últimos años de la compleja vida de Brian Epstein. Con guión de Vivek J. Tiwary y dibujo de Andrew C. Robinson y Kyle Baker, narra la historia real de una vida tocada por el brillo del éxito y por las sombras de un alma torturada y confusa. Es un relato lleno de luz y de oscuridad a partes iguales, tanto en el argumento como en las viñetas. Pero además de todo eso, es un retrato de los turbulentos años 60 (asesinato de J. F. Kennedy incluido), una época en la que una irrefrenable vitalidad se abría paso en un ambiente con sólidos prejuicios sociales. Un entorno en el que ser judío y gay, como el protagonista, no ponía las cosas nada fáciles.
En el epílogo del libro, su guionista Vivek J. Tiwary resume certeramente el espíritu de la obra: “Es una historia dolorosamente humana que trata de la lucha para sobreponerse a adversidades aparentemente insuperables. Una historia sobre una ambición desmedida que proporcionó un éxito abrumador. Una historia sobre querer demasiado, demasiado pronto, sin concentrarse en las cosas que de verdad importan. Una historia sobre lo que significa ser un marginado e intentar desesperadamente encontrar tu sitio. Una historia de triunfo y tragedia. Una historia llena de sueños, esperanza y música“. Según añade el autor, esta novela gráfica pretende “revelar la poesía que hay detrás de la historia de Brian Epstein”.
Todo comienza en 1961, cuando Epstein atiende en su tienda de música a varios clientes que preguntan por el disco My Bonniegrabado por Tony Sheridan con participación de The Beatles. La curiosidad prende en él y decide acudir al club The Cavern donde el grupo solía actuar. Allí se queda fascinado por el talento y el potencial de los chavales y una obsesión entra en su cabeza: “Serán más grandes que Elvis”. Tras convertirse en su manager, comienza a moldear a la banda: “Me encanta vuestro look de cuero, pero el mundo no seguirá a un grupo así”; “por encima de todo tienen que ser chicos decentes”. A partir de ahí llegan el primer contrato con EMI, la escalada de éxitos y la explosión total: “Más de una vez le dije a mi familia que The Beatles se convertirían en una religión; tenía razón en eso”, dijo el propio Epstein según se narra en el cómic.
Pasión por los toros
España está presente de forma constante en el libro debido a la fascinación que sentía Brian Epstein por la fiesta de los toros. Su pasión por la tauromaquia era absoluta, casi una obsesión y así queda reflejado en la ilustración de la portada: detrás de los cuatro músicos, aparece él vestido de torero desplegando una enorme capa que llega hasta la contraportada y en la que surgen de forma alegórica sus miedos profundos y su oscuro destino. Además, en mitad del volumen, una doble página tintada en negro con la silueta de un toro entrando en escena introduce una cita del matador Juan Belmonte como metáfora de la vida del protagonista: “Cuando toreas estás completamente solo, aunque haya miles de personas observando la corrida. Es una soledad inimaginable; lo único que puedes sentir en ese momento es el toro”.
El relato se desarrolla a lo largo de 130 páginas con una factura gráfica espectacular. Las viñetas no plantean una narración secuencial, si no que captan diferentes episodios que, de salto en salto, consiguen componer la historia de The Beatles. El resultado es una especie de álbum fotográfico, en el que se incorporan tambiénescenas de sueños, imaginaciones y delirios. Las ilustraciones de Andrew C. Robinson y Kyle Baker logran trasladar en todo momento el espíritu del cómic. Los dibujos con trazos de lápiz consiguen retratos muy fieles de los protagonistas de gran calidad artística. Mientras, los colores (la mayoría de las páginas en acuarela) son narración en sí mismos: azules húmedos del Liverpool nocturno; tonos negros trágicos y tormentosos; fiestas luminosas; blancos en el vacío y alucinaciones con tornasol.
Entre el material extra incluido al final del tomo (uno de los grandes valores de esta edición de coleccionista) está una espectacularrecopilación de bocetos, comentadas por Andrew C. Robinson, con interesantes explicaciones sobre su trabajo artístico. En estos anexos, también merecen una atención especial las páginas en las que Vivek J. Tiwary relata a corazón abierto cómo conoció él la historia de Brian Epstein y le fascinó de tal manera que le llevó a investigar durante años y a escribir el guión de esta novela gráfica. En el otro lado de la balanza, el punto más negativo del cómic está en que la traducción de determinados juegos de palabras del inglés y la difícil traslación del humor británico al español genera problemas con los diálogos que a veces se hacen extraños.
Esta esperada novela gráfica, publicada el pasado noviembre a nivel internacional y que se ha colocado entre los cómics más vendidos en varios países, es el anticipo de una película que se comenzará a rodar en 2014 y cuyo guión también estará a cargo de Vivek J. Tiwary. Uno de los mayores atractivos de la cinta es que cuenta con los derechos para incluir temas originales de The Beatles en su banda sonora. El largometraje estará dirigido por Peyton Reed (Abajo el amor) y estará producido por Bruce Cohen (American Beauty), además de por el propio Tiwary. Sólo falta por conocer qué actores encarnarán en la gran pantalla a John Lennon, Paul McCartney, George Harrison, Ringo Starr y al Quinto Beatle, Brian Epstein.
Fuente: El Mundo