• La idea es contextualizar los efectos que se producen en el tiempo a partir de recompensas inmediatas y a largo plazo
  • El ser humano tiende más a valorar el placer inmediato que las consecuencias posteriores

Científicos de las universidades de Stanford y Pensilvania (Estados Unidos) afirman que pensar a largo plazo puede hacer que las personas tomen decisiones más sabias y, por ende, se eviten las tentaciones.

Para llegar a esta conclusión, los expertos realizaron diferentes preguntas a 182 voluntarios, en la que valoraron su autocontrol en diferentes situaciones, según el estudio publicado en la revista ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’.

Los resultados revelaron que uno puede renuncian a una recompensa inmediata por otra mejor en el futuro, sin requerir una fuerza adicional de voluntad si no, por el contrario, una presentación adecuada de las posibles opciones que hay.

Este estudio tiene una aplicación social, por ejemplo, en aquellas personas que tienen que empezar una dieta y no tienen suficiente voluntad, o aquellos que necesitan o quieren ahorrar y no pueden. Para los investigadores es tan sencillo como formularse la pregunta “¿quiero comer esta galleta ahora y engordar mañana o quiero renunciar a esta galleta ahora y adelgazar?”.

Así que, ya saben, contextualizar y valorar las consecuencias a largo plazo parece una buena solución para salvar la tentación.