Uno pensaría que la gente que escribe para Cosmopolitan probablemente tiene una de las experiencias sexuales más fascinantes del mundo del periodismo: después de todo, número tras número ofrecen decenas de tips y consejos para hacer de tu vida sexual una fiesta de novedad y excitación… Pero luego de que Anna Pulley pusiera a prueba algunos de los consejos más extraños de Cosmo en su propio dormitorio, más bien parece que la gente que los redacta a) tiene una obsesión con la comida, o b) tienen una vida sexual tan deprimente que “apuñalarse con un tenedor” les parece sexy.
Anna experimentó con su novia algunos consejos Cosmo, por lo que a primera vista aparece el primer reproche: estos tips son heteronormativos, cuyo lector ideal sería algo así como un ama de casa aburrida del sexo a la misionero. Dejando eso de lado, comencemos con el tour por algunos de ellos:
“Desliza una dona por su pene, y lentamente cómetela.”
Aunque la relación sexo-comida puede ser excitante (no por nada ciertos alimentos tienen fama de afrodisiacos), tendrías que ser Homero Simpson para creer que hacer sexo oral con la boca llena de pan puede ser remotamente sexy. “Lo que el consejo no menciona”, escribe Anna, “es lo siguiente: es virtualmente imposible consumir comida y mamársela a alguien al mismo tiempo.”
Anna y su novia utilizaron un dildo, uno no demasiado grueso; a pesar de ello la dona se rompió fácilmente. Dejando de lado el hecho de que para Anna el chocolate “parecía excremento” al embarrarse sobre el dildo, “tuve que seguir deteniéndome para masticar y tragar antes de poder poner cualquier otra cosa en mi boca.”
“Esparce un poco de pimienta bajo su nariz justo antes de que él llegue al clímax. Estornudar puede sentirse similar a un orgasmo y amplificar los efectos placenteros.”
A menos que te parezca sexy tener relaciones con la nariz y los ojos escurriendo, esta sencillamente es otra mala idea. Una leyenda urbana poco conocida dice que el estornudo simula algo así como un octavo de orgasmo (tal vez por el hecho de que involucra un movimiento reflejo involuntario), pero la pimienta puede irritar la mucosa de la nariz al grado no sólo de que tengas que interrumpir tu aventura sexual para limpiarte y lavarte copiosamente la cara, sino que también perderás la sensibilidad del rostro si utilizas pimienta picante, al menos por unos minutos.
Esto sin contar el hecho de que debes dejar de concentrarte en tu pareja y su placer para aplicarle una porción de pimienta bajo la nariz. Fue así como “Dita von Sneeze” decidió que era mejor dejar la pimienta donde le corresponde: en la gaveta de condimentos de la cocina.
“Den uno al otro cucharadas de helado [en la oscuridad]. No ser capaz de ver significa más goteo, lo que significa que habrá que lamer el batidillo.”
Si hay algo que ni siquiera Cosmopolitan puede arruinar es el helado. Fuera de tener que lavar las sábanas después, la sensación fría del helado sobre los pezones, el ombligo o el cuello puede ser sumamente placentero. El helado, después de todo, no fue tan mala idea para Anna y su novia.
“Presiona un tenedor (con firmeza, pero sin romper la piel ni nada) en diferentes partes de su cuerpo –su trasero, sus pectorales, sus muslos.”
A menos que calientes un poco el tenedor con tu aliento, los tenedores son objetos metálicos fríos, que a su vez pueden “enfriar” el momento íntimo con tu pareja. Dejando esto de lado, Anna presionó “con firmeza, pero sin romper la piel” (?) diferentes partes del cuerpo de su novia.
“¿Cómo se siente?”, pregunté.
“Se siente como que me estás apuñalando con un tenedor”, dijo ella.
Tal vez puedas sentir algo de cosquillas, pero al igual que la pimienta, probablemente no sea buena idea seguir sacando instrumentos de la cocina para llevarlos a la cama.
“Mientras lo montas, agárrate a los lóbulos de sus orejas con tus dedos y jálalos para impulsarte a ti misma de adelante hacia atrás.”
En este punto parece que fueran consejos sexuales para Dumbo… Los lóbulos de la oreja son zonas sumamente sensibles a los besos: una zona erógena que no falla. Pero utilizarlos como mancuernas puede ser doloroso para tu pareja. Después de todo “son cartílagos de un par de centímetros, no una pared de escalar.”
Es posible que años de malas lecturas del Kama Sutra hayan hecho creer a la gente que cualquier cosa extraña que uno haga en la cama con su pareja (incluyendo el uso de electrodomésticos) puede contar como “picante” o “experimental”, pero consejos como estos caen más bien en el terreno de lo cómico y lo incómodo. Sea lo que sea que disfrutes hacer con tu pareja, probablemente sea mejor descubrirlo por ustedes mismos. Incluso si se trata de poner a prueba los consejos de supuestas “aventureras sexuales” como las que redactan Cosmopolitan, el compartir con tu pareja será mucho más divertido y picante que el hecho de que los consejos funcionen (aún cuando no funcionen.)