El secretario de Agricultura (USDA), Tom Vilsack, reconoció hoy que las redadas y las deportaciones están provocando que se pierdan cosechas en el país, por el temor que causa entre los trabajadores del campo, muchos de ellos indocumentados.

En un discurso en el Club Nacional de Prensa, Vilsack señaló que el campo estadunidense tiene alrededor de 1.1 millones de trabajadores, una parte sustancial de los cuales son inmigrantes y muchos de ellos carecen de permisos de trabajo por su situación migratoria.

«Por las preocupaciones de las leyes migratorias, por las redada y deportaciones, tenemos situaciones en este país en que la comida es cultivada pero no es cosechada, se va al desperdicio en el campo», señaló el ex gobernador del estado de Iowa.

«Tenemos un sistema migratorio descompuesto y necesitamos arreglarlo. El Congreso tiene una responsabilidad de hacerlo este año. Se terminó la hora de argumentos y debates», señaló.

La iniciativa de ley S744, que será debatida en el Senado a partir del próximo 10 de junio, incluye dos programa específicos para la agricultura negociados por el Sindicato de Trabajadores Agrícolas (UAW), empleadores y legisladores demócratas y republicanos.

El primer programa crea una «Tarjeta Azul» para aquellos trabajadores del campo, la abrumadora mayoría de ellos de origen mexicano, con una ruta a la ciudadanía, que demuestren que han trabajado un mínimo de 100 días por año, por al menos cinco años.

El segundo programa, que remplazaría al actual programa de trabajo temporal H2A, establecería visas futuras de trabajo temporal W-3 y W-4 para extranjeros reclutados por empleadores agrícolas.

Vilsack sostuvo que el primer programa proveerá una mano de obra «estable y segura», en tanto que el segundo «asegurará que no tengamos ni pocos ni muchos trabajadores, y que ofrezcamos sueldos decentes que reflejen las situaciones regionales».

«El (segundo) programa no será activado a menos que estemos seguros que no hay una mano de obra adecuada para satisfacer las responsabilidades en los campos de cultivo», explicó el secretario de Agricultura.

Vilsack señaló que la reforma migratoria debe ser aprobada por el Congreso estadunidense no sólo por la agricultura, pues señaló que la iniciativa ayudará a hacer crecer la economía y reforzará el sistema de seguridad social.

«De lo contrario seguiremos teniendo cosechas que se desperdicien y eso es desafortunado», señaló.

Su perspectiva coincidió con la de Arturo Rodríguez, presidente del Sindicato de Trabajadores Agrícolas (UFW), quien vinculó la reforma migratoria con la seguridad alimentaria, durante las audiencia de la S744 en el Comité Judicial del Senado.

«Nuestro sistema migratorio amenaza nuestro abasto de alimentos. El UFW y los empleadores agrícolas hemos estados enfrentados en muchos temas, pero en este momento estamos juntos para unificar a la industria», señaló Rodríguez.

Washington, 5 Jun (Notimex)