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La subdirectora médica del Hospital de Ginecobstetricia del IMSS en Jalisco, Ruth Castillo Sánchez, recomendó planear el embarazo para prevenir malformaciones congénitas.

Dijo que definidas como alteraciones en la estructura de un órgano o alguna parte del cuerpo, las malformaciones congénitas en mayor o menor grado pueden afectar al recién nacido y uno de sus detonantes es la falta de ciertos elementos en la nutrición de la mujer.

La neonatóloga mencionó que las malformaciones congénitas se ubican como tercer motivo de atención en niños nacidos en dicho nosocomio.

Agregó que de entre las principales malformaciones congénitas, están los defectos de cierre de tubo neural, «que son aquellos en que el sistema nervioso central, es decir el cerebro y la parte de éste que baja por la columna vertebral (médula espinal), sufren alguna alteración en su proceso de formación».

Detalló que en este caso, «está comprobado que la falta de ácido fólico se relaciona de manera muy estrecha al desarrollo de dicha malformación, que depende del grado de afectación puede representar para el bebé afectaciones incompatibles con la vida».

Comentó que entre las expresiones de defecto de cierre de tubo neural más frecuentes, «figura la hidrocefalia, definida como la acumulación de líquido cefalorraquídeo en el cerebro, el cual debe ser drenado para evitar que dicho órgano sufra debido a la presión que el líquido excesivo le representa».

Manifestó que otras formas de defecto de cierre de tugo neural incluyen la espina bífida y su forma más severa que es la espina bífida abierta.

Afirmó que dentro de la estrategia PrevenIMSS, dirigida a la población de mujeres jóvenes, contempla la administración de ácido fólico, la cual se hace intensiva durante las semanas nacionales de salud.

Añadió que también existe la orientación nutricional «y dentro de ésta, la lista de alimentos que de manera natural lo contienen, en especial los de hojas verdes».

Advirtió que las mujeres deben ingerir ácido fólico antes de la gestación y durante los primeros tres meses de ésta con énfasis en aquellas con antecedentes familiares de defectos de cierre de tubo neural.

Indicó que está la llamada consulta preconcepcional, donde antes de decidir un embarazo, toda mujer recibe una valoración integral, tras la cual y depende de factores de riesgo que se hayan encontrado, «ya sea enfermedades (diabetes, hipertensión, obesidad, insuficiencia renal, cáncer, etcétera) o adicciones, por ejemplo, se le informa sobre los riesgos para ella y para el bebé en caso de embarazarse».

Destacó que las malformaciones congénitas en general pueden ocurrir en 15 de cada mil nacidos vivos.

Subrayó que éstas suelen ocurrir en el primer trimestre del embarazo, «cuando el nuevo ser está en plena formación de sus órganos y sistemas, de ahí que otros factores como consumo de sustancias (alcohol, drogas ilegales, etcétera) o ciertos medicamentos en este lapso, incrementan el riesgo a que el bebé pueda nacer con alguna malformación».

Resaltó la importancia de tomar conciencia sobre la trascendencia de un embarazo y la adecuada planeación del mismo.

«Esto involucra las esferas fisiológica, mental y emocional, una valoración general antes de embarazarse es fundamental y el IMSS ofrece este recurso, con el cual se baja el riesgo de complicaciones para la madre y para el bebé», apuntó.

Guadalajara, 2 Sep. (Notimex).